Sonrisas y orgullo de padres en el estreno de la princesa Leonor

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La Constitución era la homenajeada en el acto organizado por el Gobierno en la sede del Instituto Cervantes de Madrid con motivo de su 40 aniversario, que se celebra el próximo 6 de diciembre. Pero la real protagonista del acto ha sido Leonor, princesa de Asturias. Con un vestido azul, melena suelta y el desparpajo de quien se sabe la lección, la heredera de la Monarquía española esperaba sentada al lado de su padre, el rey Felipe VI, el momento para subir al estrado y leer un extracto de la Constitución, en concreto el artículo 1, frases cargadas de simbolismo porque hacen referencia a que la Monarquía parlamentaria es la forma sobre la que se sustenta el Estado.

Pero, en paralelo al significado institucional de este primer acto oficial en el que la Princesa ha hablado en público, ha ocurrido una escena de familia. Felipe VI fue el primero en subir al estrado para iniciar la lectura y nada más mencionar que el Monarca iniciaría el acto, su hija se dirigía sonriente hacia él como diciéndole “te toca”. El Rey, ya breado en discursos y comparecencias públicas, cumplió su papel, pero le quedaba el de padre, y por este motivo anunció ante la mirada sonriente de su hija que sería ella quien le seguiría en la lectura del artículo primero de la Ley Fundamental. Un día que su padre calificó de “especial”. Un alzador para que llegara a la altura del micrófono y una palmada cariñosa que le dio su padre en la espalda para animarla, fueron suficientes para que la princesa Leonor iniciara la lectura de las tres frases que marcan su primer paso en la vida oficial como heredera de la Corona.

Lo hizo alto y claro, leyendo de un texto en el había escrito con su propia letra el encabezamiento "Título Preliminar", en mayúsculas, con su tilde correspondiente y su letra de estudiante de Segundo de la ESO.

Mientras la princesa Leonor leía claro, sin titubeos y mirando de vez en cuando al auditorio allí congregado, su madre, la reina Letizia, parecía derretirse en el asiento como cualquier madre orgullosa de un debut importante de su retoño. A la reina Letizia solo le faltaba decir en voz alta las mismas palabras que su hija leía tras el atril, mientras su sonrisa de satisfacción no dejaba lugar a dudas sobre las veces que habrían ensayado en casa el momento y sobre lo feliz que se sentía de cómo estaba actuando su primogénita. Y al final de la lectura, una pequeña entonación de reafirmación de la protagonista, un beso de su padre, que le dio la mano para acompañarla de regreso a su asiento, y un beso a su madre, que lo decía todo.

En el breve receso de 10 minutos que siguió a esta primera parte de lectura de la Constitución, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la presidenta del Congreso, Ana Pastor; y del Senado, Pío García Escudero; y los padres de la Constitución, José Pedro Pérez-Llorca y Miguel Roca, felicitaron a la princesa Leonor, que no paraba de sonreír cándidamente y de buscar con la mirada la complicidad y aprobación de su padre. Así fue el estreno de la niña-princesa-heredera, el mismo día que cumple 13 años, la misma edad a la que su padre inició su vida pública en 1981 en el Principado de Asturias con 20 palabras que marcaron su camino de heredero y futuro Rey.