Johnny Depp asegura que Hollywood conspira contra él
El actor culpa a la industria cinematográfica de fomentar los escándalos sobre su vida y asegura que nunca maltrató a su exesposa
A pesar de varios años de decadencia que califica como “perversos”, con problemas financieros, continuos rumores sobre su estado de salud y el abuso de alcohol, y el escándalo más grave en el que nunca se ha visto envuelto, la denuncia de su exesposa Amber Heard por malos tratos, el actor Johnny Depp se defiende de todas las acusaciones y culpa a la industria de Hollywood —“maldito circo de mierda”— de conspirar en su contra.
En una extensa entrevista concedida a la edición británica de la revista GQ, el actor estadounidense, de 55 años, explica lo que denomina una “conspiración amplia” sobre todos los problemas a los que viene haciendo frente desde 2015. Los responsables son los “poderosos difamadores de Hollywood”, a los que no pone nombre. “Había mucho dinero en juego, la gente me denunciaba en cada ocasión. Es muy obvio. Sé que nunca voy a ser una Cenicienta, lo sé y lo acepto. Pero en un tiempo muy corto de tiempo, de ser la Cenicienta he pasado a ser la bestia”.
En concreto, carga contra Walt Disney Pictures, la distribuidora de la película que le hizo una estrella mundial, Piratas del Caribe, donde dio vida al aclamado capitán Jack Sparrow. “Disney me odiaba. Pensaron todo lo posible para deshacerse de mí, para despedirme”, afirma 15 años después del estreno de la primera cinta de la saga. “Les dije: ‘mirad, si no os gusta lo que estoy haciendo, despedidme. Me contrataron para hacer un trabajo e interpretar a un personaje, y eso es lo que quiero hacer”, rememora Depp, convencido en todo momento “sabía que tenía razón”, a pesar de que los otros actores le miraban, dice, “como si fuera una amenaza absoluta”. Él continuó “dando forma a Jack Sparrow de la manera en que creía que era mejor. “El problema de trabajar con estos grandes estudios es que pueden sentirse incómodos con ciertas decisiones creativas (…) Mi opinión es que si el estudio no está preocupado, significa que no estoy haciendo mi trabajo correctamente”.
La mayor parte del tiempo lo dedica a asegurar que nunca pegó a su exesposa, la también actriz Amber Heard, un caso en el que subraya que “no hay nada de cierto, en absoluto”. “¿Dañar a alguien que amas? ¿Como una especie de matón? No lo hice nunca”. Lo que más le duele es lo que piensen “su familia y sus hijos” —tiene dos, Lily-Rose y Jack, fruto de su relación con Vanessa Paridis—, y darse cuenta de que está “ante el comienzo de lo que algunos esperan que sea tu funeral”. Insiste de nuevo. “¿Cómo diablos voy a golpearla? Es lo último que habría hecho. Puedo parecer estúpido, pero no lo soy”. Y muestra que no se rendirá. “Nunca dejaré de luchar, tendrían que dispararme. Un episodio como este requiere tiempo para superarlo”. De hecho, aunque sea por el momento, el actor dice tajante que no quiere volver a encontrar el amor.
Ha hablado de otros aspectos íntimos, como su relación con el alcohol. Admite que le gusta la bebida, pero niega tener un problema de adicción. Tampoco han quedado fuera los problemas financieros que afronta. Según él, el complot al que se refiere también llegó a sus cuentas bancarias, de las que no se preocupaba porque “sabía que ganaba suficiente dinero” —solo por Piratas del Caribe 5 cobró 35 millones de libras (39,3 millones de euros)—. Esa etapa parece cerrada después de llegar a un acuerdo con la empresa que organizó sus bienes, pero recuerda que se sintió como si le intentaran “decapitar en un foro público”.
Su último proyecto es un libro, que comenzó a escribir “un par de meses antes de terminar con Amber”, en 2016, tras 15 meses de matrimonio. Por ahora tiene unas 300 páginas, aunque tendrá el doble. Son recuerdos, algunos mágicos y otros dolorosos, como la relación que tuvo con su madre. “Mi infancia fue oscura”, admite, antes de hablar de abusos verbales y físicos. La experiencia de repasar su vida le ha servido para darse cuenta de que, después de todo, nadie puede hacerle daño, y le confirma que su “mayor obsesión en el mundo” es que se conozca “la pura verdad”.
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