El modelo que se mudó a una cabaña
Simon Nessman cambió por un tiempo el éxito en las pasarelas por un proyecto medioambiental en una isla canadiense
"Antes vivía en Nueva York pero descubrí que mi vida allí carecía de fundamento. Con frecuencia resulta difícil ver o comprender tu propia conexión con el mundo natural cuando estás rodeado por la jungla de asfalto". Simon Nessman explica así el momento en que se dio cuenta de que su vida necesitaba un giro. Y no porque le fuera mal. De hecho, su carrera como modelo estaba en un momento álgido. Protagonizaba campañas para Armani, Versace o Dolce & Gabbana, su teléfono no dejaba de sonar y su nombre sonaba en las posiciones más altas de los rankings del sector. Sin embargo, eso no le impidió hacer un paréntesis para mudarse a una cabaña en la isla de Vargas, en su Canadá natal.
Allí, en una zona boscosa junto al océano, Simon ha participado en la fundación de Cedar Coast Field Station, una suerte de centro de interpretación que pretende ofrecer información y experiencias de inmersión en la naturaleza a estudiantes, científicos y curiosos en general. El proyecto, una ambiciosa iniciativa que gira en torno a la conservación del ecosistema oceánico y a concienciar a los gobiernos de la necesidad de proteger la naturaleza, es una idea pionera que ahora protagoniza un breve documental que forma parte de la campaña de la firma Northsails para este otoño.
El estado de emergencia que atraviesan los océanos y las soluciones que proponen cada día, a veces en solitario, aventureros amantes de la naturaleza, es la espina dorsal de To The Ocean, la nueva campaña de la firma estadounidense. En un momento en que la polución marina y el agotamiento de los ecosistemas oceánicos es una realidad sangrante, la firma estadounidense ha decidido dar visibilidad mediante su campaña a hombres y mujeres comprometidos con la biodiversidad y el medioambiente. Simon Nessman es uno de ellos, y protagoniza el segundo capítulo de la serie de tres documentales que Northsails ha producido con este fin. Abriendo la historia estaba el ambientalista Sam Potter, que denuncia el efecto de los plásticos en el océano. A Nessman le seguirá, en próximas fechas, la campeona mundial de Bodyboarding Joana Schlenker, que ha emprendido en los últimos tiempos una labor de activismo ecológico que tiene como escenario la naturaleza indómita de Islandia.
La campaña, así, se convierte en una apuesta firme por transmitir los valores de la marca, pero también por concienciar al público acerca de la urgencia ecológica que atraviesa el planeta. Por eso los tres vídeos son ante todo documentales que narran proyectos de sostenibilidad mediante imágenes de sobrecogedora belleza, la misma que pone en peligro a diario la acción devastadora del progreso tecnológico.
No es un gesto al azar. Tampoco es casualidad que el origen de la firma esté ligado al mundo oceánico. El marinero y rematista olímpico Lowell North fundó Northsails en 1957 con el objetivo de producir prendas y productos inspirado por el día a día de los marinos. Desde entonces, los diseños de la firma son piezas fiables y prácticas, que denotan sus orígenes marítimos y su amor por el océano. Su colección para este otoño/invierno es buena muestra de ello: prendas duraderas, pensadas para permanecer en el armario más de una temporada y diseñadas para resistir el desafío de los elementos mediante membranas impermeables, tejidos resistentes y diseños gráficos, rotundos y atemporales. Su chaqueta Sailor, todo un clásico en el repertorio de la firma, regresa esta temporada con colores brillantes y detalles contemporáneos como los que luce Simon Nessman en la campaña. Aunque, por una vez, en esta campaña la ropa sea tan importante como todo lo que la rodea.
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