Peatones vulnerables
Patines —eléctricos o no—, bicicletas —eléctricas o no— y motos convierten las aceras en una pesadilla —chulería incluida— para los peatones, los que no contaminan: niños que deben ir bien amarrados, ancianos que acaban en los hospitales, adultos que si ven un bus pueden empezar a correr. Nadie defiende a los peatones, los más vulnerables, de este acoso.
María Jesús Sánchez Carrasco. Madrid
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