“Madrid, en términos de arte, no es la vieja Europa. Y eso son buenas noticias”
Sabrina Amrani, galerista y responsable del Apertura Madrid Gallery Weekend, analiza el pasado, presente y futuro del arte capitalino
Aparentemente, la galerista francoargelina Sabrina Amrani abrió su galería de arte en Madrid en el peor momento posible: en 2011, en plena crisis financiera y cultural, y sin experiencia previa en el mundo del arte. Tampoco su programación, basada en artistas procedentes de Oriente Próximo, África, Magreb o Asia, invitaba al optimismo. "Partíamos de una situación tan crítica que aquello solo podía ir a mejor", explica ahora, siete años después, cuando su galería se encuentra consolidada y su gestión ha sido revalidada por sus compañeros.
Desde 2016, Amrani es la presidenta de Arte_Madrid, la asociación de galerías de arte contemporáneo más amplia y relevante de la capital. Desde allí capitanea iniciativas colectivas. Las más importante de ellas es Apertura Madrid Gallery Weekend, una suerte de festival de fin de semana cuyas sedes son 50 galerías que inauguran las primeras exposiciones de la temporada. La nueva edición se celebra entre el 13 y el 16 de septiembre. El objetivo no es solo atraer al público habitual de las galerías sino también a los profanos. Incluso aunque pocos de ellos vayan a convertirse en coleccionistas potenciales.
"Por supuesto, las galerías son empresas privadas, negocios que viven de la venta de obras de arte", explica Amrani. Y añade: "El año pasado vinieron a Apertura 36.000 personas, que claramente no eran 36.000 coleccionistas. Pero los artistas, además de coleccionistas, necesitan público, y el arte solo cobra sentido cuando alguien lo ve".
La programación de Apertura agrupa a algunas de las galerías más prestigiosas de Madrid y permite una toma de contacto gratuita y en primicia de nuevos trabajos de artistas imprescindibles. Por ejemplo, el artista, diseñador e ilustrador Óscar Mariné (Galería Blanca Berlín), Chema Madoz (Elvira González), Carlos Garaicoa (Elba Benítez), Kiko Pérez (Heinrich Ehrhardt) o Helena Almeida (Helga de Alvear). Los nuevos creadores y el arte emergente repite protagonismo. Este año, por ejemplo, la galería de fotografía Cámara Oscura presenta el trabajo de la mexicana Liza Ambrossio, apadrinada por Alberto García Alix. Twin Gallery presenta lo nuevo de Tito Pérez Mora y Herrero de Tejada a Julio Sarramián.
Aunque la mayoría de las galerías exponen el trabajo de artistas vivos, también hay espacio para redescubrir la obra de creadores que ya están en los museos y que forman parte del canon contemporáneo. Por ejemplo, Jorge Oteiza en Guillermo de Osma, Mompó en Fernández–Brasó, el venezolano Jesús Soto en Cayón o Benjamín Palencia, bajo la mirada de Antonio Ballester Moreno, en Leandro Navarro y Maisterravalbuena. Las galerías, al fin y al cabo, forman parte de la oferta artística de la ciudad. Y en ocasiones los ciudadanos no son conscientes de que en ellas se aprende tanto como en los museos.
"Por mucha fortaleza e iniciativa que tengamos, hay algo que las galerías no podemos hacer, y es educar desde la infancia. Es esencial, porque el arte no es algo innato", explica la galerista. "Hace falta que alguien te coja de la mano y te lleve al museo, que el arte y la cultura formen parte de los programas educativos. El arte no es elitista, es un derecho ciudadano, es tener acceso de forma gratuita a un pensamiento, una reflexión crítica que nos enseña a pensar más allá de lo convencional. La imaginación es innovación, y la innovación es el motor de un país", concluye.
Por eso la programación de Apertura no solo incluye inauguraciones de exposiciones, sino también actividades paralelas, visitas guiadas y recorridos por los almacenes y las colecciones de centros de arte madrileños. Al fin y al cabo, otro de los objetivos es explicar al público por qué Madrid, en 2018, es una ciudad emocionante, artísticamente hablando. "Hay algo muy interesante de Madrid, y es que, en términos artísticos, no es la vieja Europa. No forma parte del circuito tradicional de París y Londres. Y es una buena noticia, porque ahora mismo los profesionales del arte están escapando de ese circuito. Madrid, para bien y para mal, está aún por descubrir, y ese es nuestro gran valor".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.