A Serena Williams le pasa factura la maternidad
La tenista, ganadora de 23 Grand Slams y siete torneos de Wimbledon, califica a las madres de heroínas y se pone como ejemplo de lo difícil que es encontrar el equilibrio entre los sentimientos maternales y las obligaciones laborales
Serena Williams parecía haber vuelto con honores a las pistas después de su maternidad. Su retorno no se producía en circunstancias normales: fue madre por primera vez en septiembre de 2017, sufrió una embolia pulmonar durante el parto que puso en peligro su vida, estuvo alejada de las pistas durante 14 meses y el próximo 26 de septiembre cumplirá 37 años. Con todas estas circunstancias su regreso a la alta competición planteaba dudas razonables y sin embargo este mes de julio la ganadora de 23 Grand Slams y siete trofeos de Wimbledon llegaba a la final del gran torneo británico dispuesta a hacer historia y conseguir su octavo galardón en esta competición. No pudo ser y cayó frente a la alemana Angelique Kerber, pero su derrota no restó épica a su vuelta a las canchas de tenis ni a su leyenda.
Pero en el tenis, lo dicen los expertos, no solo cuenta el físico y la técnica, la concentración mental tiene un papel fundamental en las decisiones que se toman durante el juego y a Serena Williams la maternidad le está pasando factura. Esta semana la jugadora estadounidense se retiró de la Rogers Cup por la que competía en Canadá alegando “razones personales”. Poco después ella misma confesó los verdaderos motivos que la llevaron a tomar esta decisión.
Tras la final de Wimbledon, Williams sufrió la semana pasada una de las peores derrotas de su carrera cuando perdió 6-1 y 6-0 frente a la británica Johanna Konta en el Silicon Valley Classic. Era la primera vez, desde que se convirtió en jugadora profesional, que no ganaba al menos dos juegos en un partido. Y llegó la hora de la verdad y Serena Williams se enfrentó a ella publicando un texto en su cuenta de Instagram: “La semana pasada no fue fácil para mí. No solo estaba aceptando algunas cosas personales difíciles, sino que simplemente estaba en un caos. Principalmente, sentí que no era una buena madre”.
El post subido por la deportista continuaba profundizando en este momento personal que está viviendo: “Leí varios artículos que decían que las emociones posparto pueden durar hasta 3 años si no se tratan. Hablando sobre ella con mi madre, mis hermanas y mis amigos, sé que mis sentimientos son totalmente normales. Es totalmente normal sentir que no estoy haciendo lo suficiente por mi bebé”.
Como tantas otras madres trabajadoras que regresan a sus ocupaciones Serena Williams continúa explicando cómo se siente: “Trabajo mucho, entreno, y trato de ser la mejor atleta. Sin embargo, eso significa que aunque he estado con ella todos los días de su vida, no estoy tanto como me gustaría”, afirma refiriéndose a su hija Alexis Olympia. “La mayoría de quienes son madres lidian con lo mismo. Se queden en su casa o estén trabajando, encontrar ese equilibrio con los niños es un verdadero arte. Ustedes son las verdaderas heroínas. Estoy aquí para decirles: si tienen un día o una semana difícil, no pasa nada, ¡yo también!"
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