Piedras contra su propio tejado
Pediría a ciertos taxistas que por favor parasen ya de una vez. Que dejasen de tirar piedras contra sí mismos y contra el resto de compañeros. Les dejan sin voto y sin voz, les quitan toda la razón que tienen, les avergüenzan, ¿no se dan cuenta? Tienen que dejar de tirar piedras contra mí y contra mi jornada laboral, mis merecidas vacaciones, contra mi padre que solo quiere ir al médico y contra mis hijos que esta noche no quieren volver solos a casa. Que paren ya, porque con pedradas y patadas no tienes derecho a nada.— Martina Rivera Díez. Madrid.
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