David Otero se atreve con el reguetón lento

Con 1980 recién publicado, David Otero pasa tanto tiempo en el escenario como en la carretera. La agenda, en plena promoción, marca una ciudad distinta cada día, pero el artista madrileño sabe aprovechar esas horas de viaje. Por ejemplo, gastando alguna que otra broma telefónica. Tony Aguilar, una de las míticas voces de la radio, ha sido testigo de cómo en esos momentos en el coche puede surgir la magia y traducirse en una nueva canción. O incluso en un nuevo grupo.

Los Jaguares es el nombre de la banda ficticia que intenta impresionar al presentador de Los40. Unos chicos que supuestamente están empezando y que no tienen ningún prejuicio musical, son capaces de adaptarse a cualquier estilo para conseguir sonar en la radio. “Si lo quieres en reguetón también lo hacemos ¿eh?”, insisten. Y Otero, que en su último disco ha hecho ejercicio de memoria –que no de nostalgia- cerrando un conjunto pop con guiños al funk o al disco de los ochenta, esta vez se apunta al género de moda. Ni él ni su grupo están en el local de ensayo como dicen, pero no necesitan bajarse del Jaguar F-Pace, que la firma inglesa ha reconvertido en estudio de grabación, para echar mano de sus instrumentos y registrar esta versión urbana de Gira.

Conscientes de que la inspiración es caprichosa y puede aparecer en cualquier momento, Jaguar les ha propuesto conducir uno de sus modelos de SUV, trasformado en esta suerte de estudio sobre ruedas. De este modo, si los artistas encuentran la musa en movimiento, pueden registrar cada idea o sonido al momento, para no perderla jamás. Nunca se sabe dónde surgirá el hit que arrasará este verano.