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Se consigue que miles de niños soldado dejen las armas... y luego ¿qué?

De los 12.000 menores de edad desmovilizados en República Centroafricana desde 2014 unos 5.000 están aún a la espera de recibir algún tipo de apoyo para su reinserción social

Dos menores posan mientras unos militares franceses realizan maniobras con un tanque en el distrito PK12 de Bangui (Repúyblica Centroafricana)  el 23 de febrero de 2014.
Dos menores posan mientras unos militares franceses realizan maniobras con un tanque en el distrito PK12 de Bangui (Repúyblica Centroafricana) el 23 de febrero de 2014.Fred Dufour (Afp)
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El drama para los niños soldado desmovilizados no termina con su liberación. En República Centroafricana, unos 12.000 de estos menores enrolados en los grupos armados activos en el país han sido liberados desde 2014, pero 5.000 de ellos están aún a la espera de recibir algún tipo de apoyo para su reinserción, denuncia Child Soldiers International. Esta organización, que trabaja por el fin de esta práctica, alerta de que para muchos la vuelta a las armas es su mejor salida.

República Centroafricana vive en guerra desde diciembre de 2012. Tras años de enfrentamientos entre grupos y fuerzas armadas, las consecuencias para los niños y niñas están siendo devastadoras, indica el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (Unicef), que en 2017 apoyó la liberación de 2.993 menores soldado. La agencia de la ONU resalta que los más pequeños del país también son objeto de secuestros, asesinatos y abusos sexuales.

"El reclutamiento de niños ha sido una seña de identidad del conflicto en RCA desde que estalló la violencia en 2012", resalta la directora de programas de Child Soldiers International, Sandra Olsson, e incide en que la "naturaleza dispar" de los grupos armados en el país, tanto musulmanes como cristianos, hace que la cifra real sea, probablemente, mucho mayor que la estimación de 13.000 que aporta Unicef. "Durante el año 2017, se produjo en el país un recrudecimiento de la violencia, por lo que el número de casos de atrocidades cometidas contra la infancia podría ser mucho mayor de lo que se tiene registrado", alerta la agencia.

Voici Veva tiene 14 años y es de República Centroafricana. Recuerda su vida antes del conflicto y nos explica lo importante que es el colegio para ella. / Unicef

Aunque unos 12.000 chicos y chicas han sido desmovilizados desde 2012, algo reseñable, el fenómeno no ha remitido y sigue siendo "una trágica realidad", dado que la paz en el país es extremadamente frágil y alrededor del 80% del mismo está bajo el control de los grupos armados, explica. En algunos casos, los niños han sido secuestrados y obligados a alistarse, si bien otros deciden unirse voluntariamente, precisa. "Este no es un fenómeno único de RCA, aunque sí es más marcado dado que bandas como las milicias antibalaka cristianas se formaron como grupos locales de autodefensa en las comunidades", explica Olsson.

"Uno tiene que protegerse. Vinieron a violar a las mujeres mayores como yo... ¿Cómo espera que reaccionen estos niños?", fue la contestación que dio una mujer en Pissa, una localidad al suroeste de Bangui que visitó el pasado mayo un equipo de Child Soldiers International. "Los pequeños se unen porque quieren venganza por la muerte de un ser querido, para protegerse a ellos y a sus comunidades de los grupos rivales en la zona o, simplemente, porque piensan que esa vida puede ofrecerles algo de dinero y una vida mejor", reconoce la responsable de la ONG.

Por eso, aunque el Gobierno ha hecho avances y en 2017 RCA ratificó el tratado internacional que prohíbe el uso de niños soldado, el hecho de que muchos de los grupos armados activos tengan su base en las comunidades provoca que estos menores, incluso que aquellos que fueron liberados, "sean altamente susceptibles a volver a ser reclutados por los comandantes", subraya Olsson.

Sin fondos para la reinserción

Tanto en RCA como en otros países, buena parte de los fondos van a las fases iniciales de liberación y atención en tránsito durante las que se preparara al niño y su familia para volver a la vida civil, mientras que queda poco para el apoyo a la reinserción a largo plazo, explica la responsable de la ONG. Como consecuencia de ello, "el proceso de reinserción podría verse gravemente limitado o incluso los niños podrían volver a los grupos armados", advierte.

Las consecuencias del reclutamiento infantil en RCA

Durante todo el conflicto han sido reclutados unos 13.000 niños y esta práctica aumenta a medida que la crisis se hace más dura, alerta Unicef.  El conflicto, además, ha provocado los siguientes problemas para la infancia:

Educación interrumpida: los ataques a las escuelas aumentan y se acaban utilizando como refugios o como bases de operaciones de grupos armados. Además, los niños no van a la escuela por miedo a sufrir ataques o a ser reclutados. Uno de cada cuatro niños está fuera del sistema educativo.

Desnutrición: casi la mitad de los niños menores de cinco años (el 41%) sufre desnutrición crónica, y el número de niños con desnutrición aguda grave podría superar en 2018 los 37.000.

Supervivencia: las enfermedades son una amenaza real. Menos de la mitad de los niños han recibido todas las vacunas necesarias y 800.000 niños no tienen acceso a agua potable.

Los niños desmovilizados deben recibir educación, oportunidades para ganarse la vida y apoyo psicosocial. Pero, en ocasiones, eso no es suficiente entre otras cosas porque los proyectos no siempre tienen en cuenta el contexto específico de la zona y no se escucha lo que ellos y sus comunidades dicen que necesitan para llevar una vida normal, lamenta. "Hay que acabar con el enfoque de que un mismo modelo vale para todo en lo relativo al apoyo a la reinserción".

Lea trabaja como voluntaria comunitaria en Pissa y cuenta que en la localidad hay más de diez chicas que estuvieron vinculadas a los antibalaka y que ahora no tienen ninguna ocupación. "Han adquirido malos hábitos y consumen hachís", explica a la ONG, precisando que además "están estigmatizadas" y que los hombres consideran que ya están usadas, en referencia a que han sido objeto de abusos sexuales por parte de los milicianos.

Cómo evitar el reclutamiento

Mucho mejor que apoyar la reinserción es trabajar para evitar el reclutamiento de niños como combatientes. Aquí, las comunidades tienen un papel crucial que desempeñar, en particular sus jefes, los líderes religiosos y las familias.

"Algunas zonas siguen bajo la ocupación de grupos armados, así que las comunidades no tienen otra opción que aceptarlo y, teniendo en cuenta la extremadamente baja presencia del Estado fuera de la capital, incluso se percibe que estas milicias están cubriendo la responsabilidad del Estado al proteger las zonas de otras amenazas", subraya Olsson.

Material para la sensibilización

Es en la sensibilización donde entra el manual que Child Soldiers International ha desarrollado junto con organizaciones locales, el Gobierno centroafricano y la ONU destinado a la prevención de estas prácticas. Este y otros materiales "pueden tener un gran impacto en detener el reclutamiento de niños y en mejorar la respuesta de las comunidades a esta cuestión", resalta Olsson. Por el momento, las localidades visitadas para presentarlo lo han acogido bien.

Los niños se unen a estos grupos porque quieren venganza por la muerte de un ser querido, para protegerse...

Child Soldiers International ya ha usado recursos de este tipo en países como República Democrática del Congo (RDC) y su objetivo ahora es llevar a cabo sesiones de sensibilización en las comunidades. Con sus miembros se anima el debate sobre lo que quieren para sus hijos y los riesgos y consecuencias que tienen para la consecución de ese futuro el hecho de que los menores se enrolen, algo de lo que no siempre son conscientes. También se trata de abrirles los ojos sobre la importancia de que les ayuden a recuperar sus vidas cuando son desmovilizados, entre otras cosas porque ellos son el futuro de la comunidad.

Los niños corren el riesgo de morir o resultar heridos, y ¿qué ocurre después del conflicto? Si se enseña a los niños a obedecer siempre órdenes y a resolver sus problemas con violencia, ¿cómo se adaptarán a la vida en sus comunidades? ¿Qué pasa si las órdenes incluyen asesinar a alguien en vuestra familia? ¿es eso deseable? Estas son algunas de las cuestiones que desde Child Soldiers International plantean a quienes participan en las charlas. "Se trata de escuchar a la comunidad y sopesar cada argumento y opinión y, ojalá, llevarles a darse cuenta de que los aspectos negativos superan a los positivos, especialmente si el objetivo es la supervivencia y el bienestar de la comunidad", remacha Olsson.

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