El imperio de Sergio Ramos más allá del fútbol
El capitán del Real Madrid y de la selección lleva años invirtiendo en numerosos negocios
Curiosamente, Sergio Ramos tiene algo en común con uno de sus mayores rivales en la Liga y en las redes —aunque son compañero en la selección—, Gerard Piqué. Como el jugador del Barça, el futbolista de Camas (Sevilla) ha desarrollado una carrera como empresario en paralelo a su faceta deportiva. Durante sus años en la élite del fútbol, la mayoría de jugadores aumentan sus ingresos explotando sus derechos de imagen y participando en campañas publicitarias. Al retirarse, suelen iniciar la andadura empresarial. Pero Ramos es de los pocos que empezó a pensar en su futuro fuera del terreno de juego al mismo tiempo que los conquistaba.
Cuando fichó por el Madrid, ya tenía su primera sociedad. Hoy, los activos de todos sus negocios rozan los cien millones de euros. Parte de esas actividades es compartida con su entorno más cercano, como su padre o su hermano y representante. Y mientras uno de esos negocios incluye una de sus grandes pasiones fuera del fútbol —los caballos—, en el resto el defensa de 32 años ha apostado por un valor recurrente para los inversores en España: el sector inmobilario.
En 2004, Ramos fundó su empresa matriz: Sermos 32 S.L. El número 32 era el dorsal que lucía en el Sevilla —al año siguiente fichó por el Madrid—. Sermos 32 se fundó como una pequeña empresa dedicada a la explotación de derechos de imagen. La sociedad tiene como administrador único al futbolista, y gestiona algunas parcelas de su carrera deportiva como su web oficial. El activo acumulado de la sociedad ronda los 37 millones de euros. El hermano de Ramos —René— también ha emprendido, con el respaldo del futbolista, una carrera como empresario. Especialmente desde que inauguró su agencia de representación RR Soccer Management, en la que también participa el abogado del defensa, Julio Senn. Senn merece una mención especial: fue director general del Real Madrid, ejerce de letrado y asesor fiscal de muchos de los jugadores del equipo, y ha servido de guía a Sergio en los negocios que ha emprendido.
Como Ramos dio pronto el salto al ladrillo, actualmente posee varias inmobiliarias. Con una de ellas, Gestora Mediterránea de Infraestructuras, el sevillano vivió una polémica tras presentar el proyecto de un aparcamiento en Marbella. La oposición en el Ayuntamiento se negó a la realización de la obra, ya que, en origen, el solar pertenecía al empresario Ávila Rojas, imputado en el caso Malaya.
Sergio Ramos compró el terreno (de más de diez mil metros cuadrados) por 18 millones al Banco Popular, que lo había adquirido tras la quiebra de la empresa de Rojas. El futbolista salió airoso e inauguró las instalaciones y el complejo deportivo construido en los exteriores. Pero poco después vio truncado su deseo de comprar el mercado gourmet sevillano Navas del Barranco. Presentó una oferta asociado con el torero José María Manzanares, pero le ganaron la partida el periodista Carlos Herrera y el diestro Francisco Rivera.
Una de sus empresas supone para Ramos tanto placer como negocio. Se trata de Yeguada SR4, donde el camero desarrolla una de sus grandes pasiones: los caballos. La gestiona desde 2016, a través de la firma Albisa Inversiones, de la que el jugador es administrador único. Tiene un capital que ronda los 6 millones y los últimos ejercicios ha dado pérdidas.
Hace dos años, el grueso empresarial de Ramos, vivió una de su mayores expansiones, especialmente en el sector inmobiliario, con una mayor implicación del jugador en la gestión de las compañías. La llegada de Ramos a Albisa se produjo a través de Sermos 32, lo que le sirvió para invertir en un centro comercial en la localidad sevillana de Espartinas. El futbolista sustituyó como administrador de la compañía a su padre, José María Ramos y unos meses después fue el hijo el que entró en el consejo de administración de una de las inmobiliarias del padre: Desarrollos Inmobiliarios Los Berrocales, con 13 millones y medio de capital y sede en la madrileña calle Serrano.
Con su propia promotora urbanística en Madrid, parecía que la faceta empresarial de Sergio iba a alcanzar la misma altura que la futbolística. Sin embargo, los problemas han llegado para el clan Ramos. Aunque parecía que el plan de la de la promotora para construir 22.000 viviendas en el distrito de Vallecas iba hacia adelante, el Ayuntamiento (gobernado por Ahora Madrid) ha tumbado el proyecto. El Consitorio redujo la edificabilidad en la zona, y Desarrollos Inmobiliarios Los Berrocales se ha encontrado con su inversión millonaria paralizada.
La empresa del padre de Ramos ha denunciado. Algunas informaciones apuntan a que la sociedad habría perdido más de 60 millones de euros, lo que pondría en dificultades económicas a José María Ramos: la compañía posee un activo de 65. La empresa dio 100.000 euros de beneficio el ejercicio pasado, y a la espera de solucionar el contencioso con el Ayuntamiento de la capital, el padre de Sergio participa en otras muchas sociedades inmobiliarias, en algunas junto a su famoso hijo. Con ese respaldo, todo son garantías frente a cualquier dificultad.
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