Ojalá perdamos hoy
Soy seguidor del Barcelona de toda la vida y siento sus colores hasta el punto de haber llevado la insignia del club incluso en aquellos años 70 en que los triunfos no eran muy generosos con nosotros. Y esto, viviendo como vivía (y vivo) en Madrid. Hay cosas que celebro del equipo como sus victorias, sus títulos y su espléndido juego. Pero, por desgracia, desde hace unos años, hay algo que lamento profundamente: el secuestro del que ha sido objeto por parte del independentismo, con la inestimable y bochornosa complicidad de las sucesivas directivas. No existe justificación para que en partido alguno se instrumentalice y se mancille el deporte para fines muy ajenos a él, como tampoco la hay para que unos hinchas fanatizados insulten a su propio país a través de la ofensa a su himno y a su jefe de Estado. El Barcelona no es propiedad de esa gente, muchísimos barcelonistas no comulgamos con sus opiniones, así que no tienen derecho alguno a parasitarlo y hacer que cada día pierda más simpatías en España. Muy a pesar mío, si en la final de Copa del sábado se lleva a cabo una nueva ceremonia de provocación, por primera vez en mi vida desearé que pierda el Barça.— Pablo López Gómez. Tres Cantos (Madrid).