El refugio de los dibujos

Eran panaderas, costureras, cocineras o estudiantes. Hasta que la guerra en Siria puso fin a su cotidianidad tal como la conocían. Desde el campo de refugiados en el que hoy viven en Líbano, las mujeres Hala, Houda, Fatima, Najar, Zaria, Rana, Rahma, Hanadi y Aya decidieron confiar a los lápices sus pesadillas y sus sueños para el futuro. Sus dibujos, junto con las ilustraciones de Irlanda Tambascio, plasman el libro 'Las mujeres de Aaramoun'.

En el campo de refugiados de Aaramoun, a unos ocho kilómetros de Beirut (capital de Líbano), viven unas 200 personas. Algunas de las residentes se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad por haber sido víctimas de violación, malos tratos, trata o explotación sexual, además de padecer el trauma de la guerra y la pérdida de seres queridos. Las nueve mujeres protagonistas del libro ilustrado y autoras de algunas de las imágenes participaron durante el verano de 2017 en un taller de dibujo terapéutico organizado por la ONG Urda Spain, en el que tomó parte también la ilustradora Tambascio.

La idea para el taller surgió en un brainstorming entre la ilustradora y el personal de la ONG en una terraza. "Todo indicaba que habría sido algo audiovisual, porque fue en ese ámbito que conocí al equipo de Urda Spain", recuerda Tambascio. Sin embargo, al final se optó por un enfoque distinto. “Queríamos que fuera algo más interactivo que grabar y documentar su vida cotidiana y sus historias”. La experiencia, asegura, fue tan enriquecedora que se decidió que las historias de esta mujeres, no solo sus dibujos, tenían que reflejarse en el libro.

Fatima, de 58 años, es una de las mujeres que participaron en el taller. Esta ama de casa, que lleva seis años en Líbano, contó al equipo de la ONG que es importante que todo el mundo pueda ver cómo fue su éxodo desde Siria al país vecino y lo que sufrió. Espera que el libro pueda ayudar a las mujeres de Aaramoun a aliviar sus necesidades.

Rana es una cocinera de 43 años, casada y con cinco hijos. Llegó a Líbano en 2013. Cuando le propusieron participar en el taller, se sintió muy sorprendida, pero aceptó. Sostiene que a través de los dibujos pudo revivir cada momento de su fuga, pero de una forma más terapéutica.

A pesar de tener apenas 29 años, Zaria ya es viuda y tiene que mantener a sus dos hijos. En Siria trabajaba como profesora, pero en 2012 tuvo que huir a Líbano. Se apuntó enseguida al taller porque le encantaba la idea de poder contar con un espacio diferente para expresar sus emociones y el dolor por el que han pasado muchas mujeres refugiadas. Asegura que los dibujos han conseguido aliviar su sufrimiento.

La ilustradora Irlanda Tambascio admite que antes del viaje sentía cierto miedo, pero una vez allí esta sensación desvaneció muy rápidamente. "La experiencia me sirvió para superar los prejuicios hacia las mujeres árabes. Conocí a personas increíbles que me sorprendieron muchísimo y logramos conectar a pesar del obstáculo de la lengua", explica. "Me encontré con un grupo de mujeres de todas las edades totalmente entregadas al dibujo y tuvimos que cambiar sobre la marcha la idea que a priori teníamos del taller. Algunas de ellas había pasado por situaciones muy duras. Otras, las más jóvenes, no tenían recuerdos de Siria".

"No sé si situaciones tan traumáticas como las que han vivido estas mujeres se pueden superar", cuenta Tambascio. "Pero el dibujo tiene un enorme poder terapéutico y te obliga a estar en el momento presente. Las veía disfrutar mucho y sentirse orgullosas de sus trabajos. Hubo momentos muy emotivos que acabaron fomentando el espíritu de grupo. Fue tan bonito conectar con ellas que nosotros también decidimos contar la experiencia del taller en el libro desde nuestro punto de vista”. Y agrega: “El dibujo es un refugio y una oportunidad para dar voz a personas doblemente vulnerables por ser mujeres y víctimas de un conflicto que ya ha cumplido ocho años".

Urda Spain ha lanzado una campaña de micromecenazgo para realizar copias impresas del libro, que actualmente se distribuye solo en formato digital. La iniciativa ya ha superado su primer objetivo: alcanzar al menos 6.500 euros para una tirada mínima. La ONG sostiene que todo lo recaudado más allá de esta cifra se destinará al desarrollo de los proyectos ya existentes en Aaramoun, como la Panadería Solidaria y el taller de costura para mujeres.