Rajoy, pídeselo
El embrollo del máster de Cristina Cifuentes le ha llevado a barruntar comparecencias públicas farragosas. Y a pesar de haber tratado de ser el adalid de la transparencia política, su caso le ha conducido al mismo lugar que ella pretendía combatir. Es decir, aferrarse al cargo. Sería injusto que abandonara su actividad política si sus estudios de posgrado están en regla. Pero también lo sería que permaneciera en ella si ocurre lo contrario. De momento, lo que se tiene entre manos es un máster con altas sospechas de irregularidades y una política que, con la exigencia de mantener una carrera profesional intachable, tiene dificultades para ello. Solo con eso, ella, y cualquier otro representante público, tendría que tomar la decisión de hacerse a un lado, para defender adecuadamente sus postulados, dejando libre de sospecha a cualquier institución pública. Si no toma la decisión de dimitir y de dedicar todo su tiempo a aclarar lo ocurrido, tendrá que hacerlo su jefe de filas.— Luis Alberto Rodríguez Arroyo. Santo Tomás de las Ollas (León).
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