12 fotos
Un nuevo hogar para las víctimas más jóvenes de la minería ilegal Esta actividad tiene consecuencias devastadoras para la infancia en la región Madre de Dios, en Perú. Sin embargo, las casas de acogida representan un soplo de esperanza para los niños abandonados o que han sufrido violencia en su entorno familiar Nico, de tres años, descansa tumbado en el patio de la Casa-Hogar Ana Almendro. Este centro fue fundado hace unos 12 años por la Asociación Santa Marta de ayuda a la infancia en Perú, con la finalidad de acoger a niños abandonados o que habían sufrido violencia en su entorno familiar. En 2014, el Hogar Santa Marta cambió su nombre en memoria de la voluntaria Ana Almendro Rodríguez, que falleció en un accidente en terreno tras pasar los últimos días de su vida dedicada a los niños del hogar. La casa está ubicada en Puerto Maldonado, que además de ser la capital del Departamento de Madre de Dios, es uno de los principales núcleos comerciales de la Amazonia. La casa cuenta con una capacidad para 20 niños con edades muy variadas, desde bebés de apenas unos meses hasta adolescentes que gracias a la formación y la educación recibida han conseguido desarrollar una profesión y ya se marchan para vivir sus propias vidas de forma independiente. La filosofía con la que trabajan todos los voluntarios que colaboran en el proyecto es intentar la recolocación familiar siempre que sea posible. De no ser así, se intenta tramitar un proceso de adopción para que estos niños puedan empezar una nueva vida con otra familia. Durante el tiempo que viven en la casa están escolarizados, tienen acceso a la sanidad y están cubiertas todas sus necesidades básicas alimentarias y de higiene. El proyecto del hogar siempre ha estado financiado con donaciones privadas. Pero desde 2016 también la Diputación de Huelva, a través de su Servicio de Cooperación Internacional, contribuye mediante un convenio con la Asociación Santa Marta de Huelva. Gracias a estos convenios de colaboración con la Diputación de Huelva y la Mancomunidad del Condado de Huelva han conseguido abrir una segunda casa llamada El señor de los Milagros. Gestionada por Teresa, una de las voluntarias que llegó hace unos años y decidió quedarse. Esta nueva casa cuenta con la misma capacidad que la anterior y alberga a niños en el mismo rango de edad y con las mismas condiciones que la otra. Un grupo de chicas de la Casa-Hogar Ana Almendro en la entrada del centro se disponen a ir al Colegio Abba, a tan solo unos metros de distancia. Katy y Jeremy, seguidos de otros chicos de la casa durante una de las salidas rutinarias que suelen hacer por las tardes al parque a jugar. Los mayores siempre cuidan de los más pequeños y ayudan a los voluntarios de diferentes partes del mundo que llegan a la casa a lo largo de todo el año. Puerto Maldonado está situado a orillas de la confluencia del río Madre de Dios y el río Tambopata y cuenta con una población aproximada de unos 85.000 habitantes. A partir del siglo XX se produjo un 'boom' en torno a la minería informal y la extracción forestal maderera. Esto hizo que un gran número de la población masculina de otras partes de Perú se trasladara hasta la región de Madre de Dios en busca de trabajo. Como consecuencia directa de la minería ilegal, empezaron a surgir grandes problemas con la prostitución y el alcohol que finalmente derivaba en violencia y abandono de niños por embarazos no deseados. La falta de medios y de ocio hace que muchos de estos trabajadores desplazados hasta la zona acaben gastándose sus sueldos en la prostitución y en los bares, creando graves problemas en el desarrollo de la sociedad. A pesar de todos los problemas que se dan en esta región de Perú, los niños que viven en estas dos casas suelen ser felices porque tienen un hogar donde están protegidos de todo lo que ocurre fuera, en la ciudad y donde tienen sus necesidades básicas cubiertas. Muchos de estos niños tienen tras ellos historias terribles, pero gracias al acceso a un psicólogo y al amor incondicional que reciben por parte de los voluntarios consiguen salir adelante.