Cuando se cumplen seis meses del inicio de la escalada de ataques violentos contra la población rohingya en de Myanmar, el campamento de Cox’s Bazar, en Bangladesh acoge a cientos de miles de personas casi la mitad son niños
Las casas de los rohingya en Cox’ s Bazar están hechas de bambú y plástico y se sitúan de manera desordenada a lo largo de las laderas de un antiguo parque naturalPedro Armestre (Save the Children)Los meses de enero y febrero son los más fríos en Bangladesh, sobre todo al caer la noche, cuando más bajan las temperaturas. Sin embargo, en los campamentos es común ver a los niños descalzos, con ropa de algodón, pantalones cortos y camisetas. La mayoría duermen en el suelo dentro de estructuras de bambú con plásticos cubiertos con mantas muy finas para protegerles del frío de la nochePedro Armestre (Save the Children)Ransia posa con sus dos hijos en la puerta de su casa en el campo de refugiadosPedro Armestre (Save the Children)El número de refugiados que ha llegado a los campos de Cox’s Bazar, en Bangladesh, casi alcanza el millón de personas, de los cuales casi la mitad son niños y niñasPedro Armestre (Save the Children)Con la bajada de las temperaturas, existe el riesgo de que los niños que ya están debilitados por la desnutrición puedan sufrir otras enfermedades como infecciones de las vías respiratoriasPedro Armestre (Save the Children)Las familias se distribuyen por el campo de manera desordenada y formando pequeñas aldeas sin agua corriente ni luz eléctricaPedro Armestre (Save the Children)La falta de privacidad que hay en los campos preocupa especialmente en el caso de las niñas que se sienten vulnerables cuanto tienen que caminar solas para ir a recoger leña o para ir al bañoPedro Armestre (Save the Children)Las casas de los rohingya no están acondicionadas para la inminente temporada del monzónPedro Armestre (Save the Children)Hace seis meses que se inició la crisis de los rohingya. Los niños se exponen al riesgo de ser víctimas de trata de menores. Desde el pasado agosto, al menos 26 niños han sido secuestrados en los campamentos, según datos de la ONG Save The ChildrenPedro Armestre (Save the Children)Vista aérea del campo de refugiados rohingya en Cox’ s Bazar, BangladeshPedro Armestre (Save the Children)Cola de distribución de alimentos y leña en los campos de refugiados rohingyas en Cox’ s BazarPedro Armestre (Save the Children)Ficha de recogida de alimentos de un refugiado en Cox’ s BazarPedro Armestre (Save the Children)El bebé del centro de la imagen tiene tan sólo 20 días. Su madre tiene 18 años. Dio a luz con la ayuda de familiaresPedro Armestre (Save the Children)El campamento de refugiados de Cox’ s Bazar, en Bangladesh, acoge a casi un millón de rohingyas, la mitad de ellos niños y niñasPedro Armestre (Save the Children)Myanmar no reconoce la ciudadanía a los rohingyaPedro Armestre (Save the Children)La alimentación de los niños del campo una preocupación tanto para ellos como para sus familias. Arroz y lentejas son prácticamente todo lo que consiguen comer a diario, sin posibilidad de ampliar su dieta a otros alimentos necesariosPedro Armestre (Save the Children)A medida que crece el campo de refugiados la orientación entre las tiendas resulta cada día más complicadaPedro Armestre (Save the Children)Muchos de los niños tienen un sistema inmune ya debilitado y eso les hace ser más vulnerables ante las enfermedadesPedro Armestre (Save the Children)Entre las enfermedades más comunes que sufren los niños están la diarrea, fiebre, resfriados, problemas respiratorios, oculares y de la pielPedro Armestre (Save the Children)Al menos 48.000 bebés rohingyas nacerán este año en los campos de refugiados, en condiciones insalubresPedro Armestre (Save the Children)