10 fotos
Son pobres, pero sueñan con petróleo Los turkana habitan en una de las regiones más míseras e inhóspitas de Kenia. En 2012 se descubrió crudo en su territorio, así que muchos esperan que el inicio de la producción mejore su calidad de vida Los turkana habitan en una de las regiones más míseras e inhóspitas de Kenia. En 2012 se descubrió crudo en su territorio y ahora la población espera que el inicio de la producción en 2021 alivie su pobreza. En la imagen, varios ganaderos llevan a sus cabras al mercado de ganado de Lodwar, la capital de la región. BAZ RATNER (REUTERS) Un hombre de Turkana posa para una foto en un mercado de ganado en Lodwar, en el condado de Turkana, Kenia, el pasado 9 de febrero de 2018. Los turkanas son una de las 44 tribus del país, y es una de las de menor tamaño. Habitan la región del mismo nombre, en un remoto extremo al norte que limita con Sudán del Sur, Etiopía y Uganda. BAZ RATNER (REUTERS) Dos niños transportan agua cerca de Lodwar. Turkana es también el segundo condado más grande por masa de tierra en Kenia. Se trata de un vasto territorio de matorral olvidado por los sucesivos Gobiernos con sede en la capital, Nairobi, pero ahora cuenta con la futura producción de petróleo para comenzar a progresar. BAZ RATNER (REUTERS) Un niño come una fruta en Lodwar. Turkana es el condado más pobre entre los 47 en Kenia. El 88% de los habitantes vive por debajo del nivel de pobreza, en comparación con el 45% nacional, según la Oficina Nacional de Estadística. BAZ RATNER (REUTERS) Otro vecino de Turkana posa en el mismo mercado de Lodwar. En esta ciudad, que es la sede del condado, hay electricidad y unos pocos kilómetros de carreteras asfaltadas, pero las rutas principales de la ciudad está en mal estado. Muchos turkanas viven en minúscula cabañas en pueblos sin agua corriente o electricidad. BAZ RATNER (REUTERS) Niñas turkana junto a un pozo en Lokichar. El analfabetismo aquí es alto. Solo la mitad de los menores en edad escolar está matriculado en la escuela primaria, muy por debajo de la media nacional del 92%, según la ONG Save the Children. La tasa de alfabetización de adultos en el condado es del 20%. BAZ RATNER (REUTERS) Una niña turkana se dirige a un pozo cercano a Lodwar. La región es muy seca y algunas partes son muy inseguras. Las armas pequeñas se abren camino a través de las fronteras porosas e inestables que comparten con países vecinos como Sudán del Sur. BAZ RATNER (REUTERS) Un grupo de hombres examina las cabras en el mercado de ganado de Lodwar. El principal motor económico para los turkana es la crianza de ganado, y principalmente cabras, ovejas y camellos. Los animales son un signo de riqueza y una fuente de respeto en la comunidad. Se comercializan en el principal mercado de ganado en Lodwar y a veces se suelen comprar a cambio de mujeres destinadas a ser esposas. BAZ RATNER (REUTERS) Niñas turkana en Lokichar. Los turkana han mantenido la mayoría de sus tradiciones culturales únicas debido a las décadas que han vivido aislados del resto del mundo. BAZ RATNER (REUTERS) Un hombre turkana se para junto a las cabras mientras se dirige a un mercado de ganado en Lodwar. No hay producción de alimentos en todo el condado. Toda la comida fresca en Lodwar es transportada desde Kitale, una ciudad del Valle del Rift, que está considerado el granero de Kenia. BAZ RATNER (REUTERS)