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Tu padre tenía razón, no había que tirarlos: diez electrodomésticos que considerabas chatarra y ahora están en un museo Televisores portátiles, molinillos de café de plástico o radios de diseño italiano. Más de 200, de la Colección Alfaro Hofmann, se exponen en Madrid Design Festival (Fernán Gómez Centro Cultural) Marcello Nizzoli (Italia, 1887-1969) adquirió fama en los años cincuenta por crear la famosa máquina de escribir portátil Lettera 22 para Olivetti. Un éxito de ventas que hizo que todas las firmas quisieran trabajar con este diseñador con aspecto de campesino del norte de Italia. Diseñó carteles para casas como Campari, Maga o Bernocchi, pero fue Necchi el que le hizo el encargo de otro de sus objetos icónicos: una máquina de coser que fuera portátil y de diseño futurista. Y lo logró, consiguiendo el Premio Compasso d’oro en 1957 que otorgaba la Asociación para el Diseño Industrial Italiana (ADI). No se puede entender la década de los años 40 del siglo XX sin el uso masificado de la radio. De hecho, en puertas de la Segunda Guerra Mundial, este electrodoméstico creado por Norman Bel Geddes (Estados Unidos, 1893-1958) para la compañía estadounidense Emerson suponía mucho más que un 'gadget' casero. Por un lado, al estar realizado en plástico permitió que surgieran diferentes colores en el mercado; y por otro, sus franjas horizontales en rojo recordaban a la bandera de barras y estrellas. Así, esta radio pasó a conocerse como Patriot, por reforzar el sentimiento nacional y suponer una conexión masiva de los gobiernos con la ciudadanía a través de las ondas. Hubo un momento en el que este objeto doméstico fue tan popular entre la clase media de EE UU que se convirtió en uno de los primeros electrodomésticos que no guardaban en un armario, si no que se exhibían sobre las encimeras. Es lógico si se piensa que Elton F. Whitfill (Estados Unidos, 1913-2008) o diseñó para Rival MFG. Co. con las consignas de ser un objeto 'art déco'. No era muy pesado, tenía el tamaño de un paquete de café y era fácil de usar por su dentellada metálica. Un éxito de ventas que, aún hoy, se revenden en las tiendas 'vintage' y mercadillos. A mediados de los años cincuenta el plástico irrumpía en la vida doméstica de muchas familias. Este nuevo material se instaló sin apenas reticencias en la ciudadanía, que veía reforzada su ansia de modernidad tecnológica por los numerosos premios Nobel de Química que esos años recaían en las investigaciones sobre estos nuevos polímeros. Aún así, la firma Philips, cuando lanzó este molinillo de café, añadió tonalidades de color madera para que el camino de transición hacia este material resultara más amable. Ya no había marcha atrás… Si hay un símbolo del desarrollo industrial alemán del siglo XX es la compañía AEG (Allgemeine Elektricitäts-Gesellschaft). Cogió impulso adquiriendo todas las licencias de las patentes de Thomas A. Edison y, a partir de aquí, creó un imperio fabricando electrodomésticos eléctricos y calentadores de agua. Un ejemplo de aquella época son sus planchas, famosas por su resistencia y mayor ligereza que las que había de carbón en el mercado, pero que mantenían los mangos de madera habituales entonces. Se presentó en tres colores –blanco, verde y rojo– y su horizontalidad llegaba inspirada por la racionalidad y el practicismo imperante en lo cotidiano de finales de los años setenta. Este teléfono, obra de Henning Andreasen (Dinamarca, 1923) para GN Telematic A/S, también forma parte de la colección de diseño del MoMA de Nueva York. Realizado en plástico, su novedad era su escaso peso, no más de un kilogramo, y sus medidas ajustadas para acoplar en cualquier parte de la casa. Andreasen también cogió fama por la creación de la grapadora Folle 26 Stapler que aún hoy se vende en todo el mundo. Antes del reproductor de MP3 estuvo el 'walkman', y mucho antes los radiocasetes portátiles. Pero los primeros corrillos musicales en la calle, en torno a un electrodoméstico, probablemente fueron con este tocadiscos, obra de Mario Bellini (Italia, 1935) para Grundig. Realizado en metal, se produjo en varios colores flúor, por aquello de querer que este nuevo miembro de la pandilla fuera bienvenido desde el principio por el público joven. Con un peso de no más de un kilo y medio y un diámetro no superior a los 21,9 centímetros acabó por siempre con los gramófonos. Impuesto ya el consumo de televisión en los hogares de medio mundo en los años sesenta como ejercicio de reunión familiar, este modelo de televisor supuso un avance significativo para aumentar su uso en cualquier espacio de la casa. Richard Sapper (Alemania, 1932- Italia, 2015) y Marco Zanuso (Italia, 1916- 2001) diseñaron para Brionvega este pequeño (23 cm x 27 cm x 32 cm) televisor portátil, con apenas siete kilos de peso y presentado en varios colores, que permitía disfrutar del programa favorito hasta en la cocina. La compañía italiana Brionvega pidió a Marco Zanuso (Italia, 1916- 2001) y a Richard Sapper (Alemania, 1932- Italia, 2015), en 1962, que diseñasen una radio portátil, compacta y futurista. Así nació este pequeño electrodoméstico, conocido como Cube (Cubo) por su morfología, que incluso forma parte de la colección del MoMA de Nueva York. La T2 502 es un objeto coqueto, realizado en plástico y dividido en dos mitades: una para el altavoz y otra para los elementos de sintonizado de emisoras. Incorporaba, además, una novedad técnica de apagado automático al unir ambas partes.