Sergi Arola: “Mientras tenga dos manos no estoy arruinado”
El cocinero asegura que es víctima de la crisis y que tiene problemas financieros que arrastra desde hace años
“Hay gente muy cabreada que quiere hacerme caer”, asegura Sergi Arola, de 49 años. El cocinero atraviesa un momento complicado a raíz de publicarse una fotografía suya, obtenida el pasado 7 de enero cuando salía de las urgencias de un hospital de Madrid. “Tuve una conversación muy acalorada con un amigo durante hora y media y al terminar noté que tenía el brazo dormido. Estaba solo y me asusté. Me puse unas botas, unos vaqueros y un gorro y me fui al hospital. Me hicieron un electro que dio bien. Horas después estaba cenando en un restaurante con mis dos hijas. A partir de esa imagen se ha liado todo”. Y añade en conversación con EL PAÍS: “Estoy indignado por la impunidad con que se hacen juicios sobre alguien”.
Arola está muy enfadado con lo que se está contando de él y se nota en su tono de su voz. “Sería inmoral decir que estoy arruinado. Mientras tenga dos manos trabajaré para pagar las deudas a mis acreedores”. El chef sí admite que tiene graves problemas financieros que viene arrastrando desde hace años.
Ahora mismo Sergi Arola, que en su mayor momento de gloria llegó a estar presente de alguna manera en 17 restaurantes, no tiene ninguno en propiedad abierto. Solo asesora el LAB by Sergi Arola, en el lujoso Penha Logna Hotel en Sintra (Portugal) y el Arts Barcelona. La Navidad la pasó trabajando en un local en Suiza.
Sus problemas financieros comenzaron cuando en 2007 abrió el restaurante Gastro, con dos estrellas Michelin, en el que empleó a 14 personas. Tuvo que cerrarlo a partir de que en 2011 comenzaran sus problemas con Hacienda, que le obligaron incluso a poner en venta su casa. “Como yo no soy Bankia, no quisieron renegociar conmigo”, dice. Arola cree que es víctima, “como muchos otros españoles”, de la crisis. “Entonces los señores de corbata que cobraban muchos bonus nos decían que teníamos que comprar locales para abrir nuestros restaurantes. Alquilar era incluso más caro. Ahora, en cambio, casi todo el mundo alquila”.
En estos momentos cuando se le pregunta dónde trabaja asegura que está de vacaciones y que en febrero se irá a Sintra para dar una vuelta por el restaurante que asesora allí. “Ahora me gano la vida de otra manera”. Otro de sus últimos rastros profesionales ha sido su participación como jurado en MasterChef en Chile. “También se han inventado que he ido suplicando que me renueven, que me den trabajo. Es otra falsedad. Todo sale de un vídeo en el que tanto yo como los otros cocineros que hemos participado hablamos de que nos gustaría seguir en el programa. Pero yo no estoy suplicando nada”.
Arola estuvo nervioso durante todo el tiempo que duró la conversación que mantuvo ayer por la tarde con este periódico. Pero la tensión aumenta cuando él mismo, sin que nadie le pregunte, habla de su vida personal. “Dicen que estoy así por culpa de dos mujeres. Eso no es verdad y me indigna que se diga eso y quiero aclararlo. Una es la madre de mis dos hijas y la otra es la mujer de mi vida a la que amo y amaré”, proclama. El cocinero explica que su gran amor, Silvia Fominaya, es víctima de la Justicia que todavía no le ha dado el divorcio de su marido. Después y casi sin poder pararle, se extiende en una larga explicación sobre el grave problema que, a su juicio, padece la modelo y actriz. Sergi Arola finaliza diciendo que no se esconde y anuncia que estará en Madrid Fusión.
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