“Se llama Ahmed, es de Sudán y aquí tenía 20 años. Vio cómo sus tres hermanos se ahogaban en el Mediterráneo, intentando cruzar de Libia a Italia. Todos habían sido previamente golpeados por las milicias libias”, señala el fotógrafo.Alex FrancoUna de las construcciones improvisadas que formaban parte del paisaje de la ‘Jungla’. Para su construcción se habían empleado tablas de maderas, plásticos y lonas de tela. “Incluso cuando el Gobierno de Francia por fin decidió intervenir y habilitar casetas temporales para los refugiados, éstas solo tenían capacidad para 1.500 personas, y llegó a haber 10.000”, dice Franco.Alex Franco“Ali provenía de Pakistán, tenía 18 años y, cuando le pregunté por las cicatrices del brazo, me contestó: ‘Me las he hecho yo. He perdido toda esperanza de llegar a Reino Unido. Ahora vivo en la 'Jungla”, relata el fotógrafo.Alex Franco“Esta foto la tomé el día que la 'Jungla' estaba siendo desalojada. Nada más llegar, lo primero que vi fueron tres caravanas sin nadie ni nada alrededor, y, un poco más al fondo, las grúas destrozando el campamento. Había humo, fuego, ruido… A la que me acercaba a las caravanas me di cuenta de que en la ventana de una de ellas aún había alguien dentro. Agarré la cámara, apunté y sentí cómo el chico esperó a que tomase la foto; cuando bajé el objetivo, se apartó de la ventana”, explica Franco.Alex FrancoEl fotógrafo hizo una serie sobre menores no acompañados, que, según cuenta, fueron los únicos que permanecieron temporalmente en el campamento después de que éste fuese desmantelado. El joven de la imagen es uno de ellos, aunque Franco nunca pudo saber su nombre. Según la agencia Reuters, en Calais se contabilizaron hasta 1.500 menores no acompañados.Alex FrancoEsta es otra de las fotografías que se realizó en el momento en el que el asentamiento estaba siendo desmantelado, a finales de octubre de 2016. “El caos no tardó en adueñarse de la escena. Algunos de los refugiados comenzaron a prender fuego a sus tiendas en señal de protesta ante el realojo. Estaban enfadados y se enfrentaban al final de una etapa, y el principio de otra igual de inquietante”, señala el fotógrafo.Alex Franco"Me gusta especialmente esta imagen de un refugiado jugando al fútbol. Creo que es una verdadera metáfora de lo que está ocurriendo con las crisis migratorias: unas personas le pasan a otras la pelota, porque, en realidad, nadie sabe qué hacer con ella”, comenta el autor de esta imagen, Alex Franco.Alex Franco
![Su nombre es Kotaiba y, en el momento en el que se hizo la fotografía, en la que muestra su pasaporte, tenía 17 años. Había disfrutado de lo que puede considerarse una existencia normal hasta principios de 2011, cuando la guerra se instaló en su país, Siria. “Sonreía, y a la vez se emocionaba al recordar su antigua vida en Daraa [al sur del país], de donde huyó en septiembre de 2015. Contaba con cariño que su madre le daba capones cuando se negaba a levantarse para ir a la escuela”, relata el autor de la fotografía, Alex Franco. Su historia, por lo menos, acaba bien. Después de recorrer nueve países consiguió cruzar legalmente la frontera de Reino Unido y reunirse con su hermana en Londres.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ZZEZP4S5DJPX7OFH4VCH3TGDGA.jpg?auth=9c58b572065c4a23435ea8e9a0d12c091c04b12710ca314a73c73418c1a8f51a&width=414)
