Un político indio pone precio a la cabeza de una estrella de Bollywood: 1,5 millones
“Nunca tendré miedo”, asegura la actriz Deepika Padukone, criticada por no ser fiel a la historia hindú en la película 'Padmavati'
A Suraj Pal Amu, miembro del partido que gobierna en India, no le gusta la nueva película de la actriz Deepika Padukone. Así que ha decidido poner, literalmente, precio a la cabeza de la estrella de Bollywood así como también al director de Padmavati. En concreto, el coordinador jefe de prensa del gubernamental partido de centroderecha BJP en el Estado Haryana ha ofrecido 100 millones de rupias (1,5 millones de dólares) a quien decapite a la popular intérprete y al realizador Sanjay Leela Bhansali.
La actriz india ya ha contestado a las amenazas de muerte, y dice estar furiosa y decepcionada. “En este punto, como mujer, artista y ciudadana de este país me siento furiosa, me siento decepcionada y también me parece gracioso. Nunca tendré miedo. El miedo nunca ha sido una emoción con la que me haya sentido identificada”, ha asegurado Deepika Padukone al diario indio Mumbai Mirror, que señala que también se han vertido contra ella amenazas de cortarle la nariz. La actriz, además, ha recibido el apoyo de colegas de profesión, tanto de actores de Bollywood como de Hollywood, como la actriz Ruby Rose.
— Malti (@deepikapadukone) November 18, 2017
El Gobierno de Karnataka, uno de los Estados de India, ha puesto protección especial tanto para la intérprete, de 31 años, como en la vivienda de los padres de Padukone, que este año protagonizó junto a Vin Diesel la última entrega de la saga xXx: Reactivado, pero ninguna autoridad hasta el momento ha anunciado medidas contra el político en un país en el que un comentario en una red social puede llevar a una persona a la cárcel. El padre de la actriz, Prakash Padukone —exnúmero uno del mundo en bádminton en la década de los ochenta— confirmó que tanto él como su esposa y su otra hija tienen custodia permanente. "Es un asunto delicado y estamos preocupados", dijo.
El político Suraj Pal Amu dijo después de sus amenazas que habló como rajput y no como miembro del partido del primer ministro, Narendra Modi. Unas palabras que se produjeron después de que su partido le obligara a disculparse, aunque el BJP también ha anunciado que considera tomar acciones legales contra la película por no respetar la historia del país. El siempre controvertido guía espiritual hinduista Adityanath, jefe de Gobierno de Uttar Pradesh, el Estado más poblado de India, dijo el martes que “si los que amenazaron [con cortar la cabeza a actriz y director] son culpables, entonces [el realizador] Sanjay Leela Bhansali es igualmente responsable por herir los sentimientos de la gente de la comunidad”. En Uttar Pradesh se ha prohibido la película, pero otros dirigentes políticos han empezado a pedir que se espere a que la polémica Comisión Central de Certificación Cinematográfica (CBFC) vea la obra antes de decidir sobre su prohibición.
Ya durante el rodaje de esta película de gran presupuesto de Bollywood (se calcula que ha costado 23 millones de dólares) el grupo hinduista Karni Sena atacó el set del rodaje en Jaipur el pasado enero y los escenarios montados en Mumbai en marzo, y ahora ha creado desordenes frente a cines por proyectar el tráiler. Padmavati ni siquiera se ha estrenado, y su llegada a las salas, prevista para el 1 de diciembre, ha sido pospuesta. La historia sobre una reina rajput del siglo XIII [interpretada por Deepika Padukone] ha desatado la enésima polémica entre el arte y el hinduismo radical en India, entre recompensas por la cabeza del cineasta, el veto de la cinta en varios Estados y las llamadas a la censura a poner orden. Una polémica que ha hecho que el tráiler oficial de la cinta haya alcanzado ya las 47 millones de reproducciones en YouTube.
Padmavati cuenta la historia (o leyenda, según quién hable de ella) de una reina de casta rajput del siglo XIII (mencionada por primera vez en un poema en el siglo XVI) que se suicidó para proteger su honor y el de su familia tras la muerte de su marido, el rey Rana Ratan Singh, a manos del sultán musulmán Allaudin Khilji. Sin embargo, una supuesta escena en la que el malvado rey mahometano sueña con lograr el amor de la reina —escena negada por los autores de la obra y repetida por los agraviados, muchos sin ver la película— ha desatado la ira de sectores del hinduismo radical en India y de la casta Rajput, originarios del Rajastán (noroeste del país).
La película ha sido hasta prohibida en los conservadores Estados de Rajastán, Madhya Pradesh, Gujarat y Uttar Pradesh pese a que los productores también aplazaron el estreno. Por ahora el filme está pendiente de obtener el certificado de los censores de India, aunque la productora Viacom18 Motion Pictures ha asegurado tener fe en que obtendrán pronto los permisos para el estreno de Padmavati.
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