El siguiente paso de la RA es liberar nuestras manos, y ese es el objetivo que tratan de cumplir las gafas de realidad aumentada o smartglasses. Las más conocidas son las Hololens de Microsoft, pero marcas como Sony, Vuzix, Lenovo o Epson fabrican sus propios dispositivos (que por lo general recuerdan a las Google Glass, también renacidas, aunque la nueva versión solo la prueban de momento un puñado de empresas asociadas con el buscador) y su propio software. El sector logístico es sin duda el espacio donde más mercado tienen de momento las gafas ya que copa un 24% de las aproximadamente 200.000 unidades vendidas mundiales en 2017, según la consultora ABIresearch. “Preparar envíos, almacenar productos o elaborar albaranes visualmente supone un gran salto de calidad y un enorme ahorro de tiempo”, subraya Santiago González, director técnico de ARSoft, empresa dedicada a crear contenidos en realidad aumentada. González señala la industria como otro ámbito importante de penetración de las smartglasses, especialmente la del automóvil.