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Lo ocurrido el 1-O nos impactó y entristeció a todos. Sin embargo, hay un tipo de violencia que no oigo censurar y que causa daños permanentes: la silenciosa. Esa que se ejerce día tras día sobre los que piensan diferente. La violencia de marginar al adolescente cuya familia disiente de las únicas ideas consideradas como legítimas; la de presionar con insultos y amenazas a quien manifiesta opiniones discrepantes; la de condenar al mutismo, mediante intimidación, al disidente; la de convencer a niños de que los que no tienen las mismas convicciones son "los malos”; la de aquellas escuelas que, llevando a cabo actividades que defienden a una parte, señalan y segregan a la otra. Ante esta clase de violencia tan nociva, que cambia la forma de entender y estar en el mundo, deberíamos también rebelarnos.
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El Rincón del Lector: “Lo ocurrido el 1-O nos impactó y entristeció a todos”

Los lectores de EL PAÍS opinan sobre lo ocurrido durante la jornada del 1-O

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