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Las mascotas que enternecen a los líderes mundiales

Los perros Vladimir Putin y Justin Trudeau, y la gata de Theresa May son algunos de los animales que pertenecen a tan distinguido club

Emmanuel Macron y Nemo.
Emmanuel Macron y Nemo.Alain Jocard (AP)

Quizá uno de los primeros presidentes que no tuvo reparo alguno en publicitar a su mascota durante el mandato presidencial fue George Washington (1789-1797). Su caballo Nelson fue su más fiel compañero. El último en presumir a su mascota fue el presidente francés Emmanuel Macron. Cuando el presidente de Níger Mahamadou Issoufou llegó a las escalinatas del Elíseo no solo se encontró con el mandatario francés sino también con el nuevo inquilino de la casa presidencial Nemo, el perro de dos años, que acababa de adoptar Macron.

Según la BBC, a Macron y su esposa le llevó cerca de dos horas y 300 dólares hacerse con el can. Nemo no sabía que gracias a esta adopción ingresaría al club de las mascotas presidenciales. Un grupo de animales que tienen como trabajo evidenciar la lealtad de un animal a un amo, la generosidad y claro buena publicidad.

Tan exclusivo grupo incluye a los perros de los Obama, Bo y Sunny, el gato de los Clinton, Socks, y también el poodle de Wiston Churchill, Rufus.

Kenzie, el perro de Justin Trudeau

En abril de 2016 el primer ministro canadiense Justin Trudeau publicó una imagen de un cachorro al que había adoptado años atrás. Kenkie, un perro de agua portugués, contrario a Bo o Sunny, no suele aparecer en ningún acto público.

Los perros y el tigre de Vladimir Putin

Es de sobra conocido que a Vladimir Putin le gustan los animales. Es más sus mascotas tiene sus propias entradas en Wikipedia. El presidente ruso tiene dos perros, una akita llamada Yume y un pastor búlgaro llamado Buffy. Aunque quizá su mascota más famosa sea el labrador negro, con el que muchas veces se ha dejado ver en comparecencias públicas y además recordado por haber asustado a la canciller alemana, Angela Merkel (su miedo a los perros es público).

El presidente ruso también fue el amo, durante tres días en 2008, de un tigre. Aunque a los pocos días lo regalo al zoo de Rusia.

Larry, el gato de Theresa May

La primera ministra británica no adoptó precisamente a Larry, el gato en realidad venía incluido en la residencia ubicada en el número 10 de Downing Street. El gato incluso tiene el título de The Chief Mouser to the Cabinet Office y llegó a la residencia oficial británica durante el mandato de David Cameron. "Hay ciertas partes de la casa donde Larry gobierna. Él decide su asiento”, confesó May en una entrevista a The Times.

Lennu, el perro de Sauli Niinistö

El presidente finlandés Sauli Niinistö fue fotografiado con su perro en brazos. El Boston terrier, de 5 años, se llama Lennu y a diferencia de Nemo, el perro de Macron, parece que este can no está del todo entrenado para comportarse frente a los medios. Aunque eso no signifique que no se entere cuando está siendo objeto de la atención del público.

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