La lista de libros (de gatos) de este verano
Otra de las cosas que cambian en tu vida es lo que te llevas para leer en vacaciones
Otra de las cosas que cambian cuando tienes un gato es la lista de los libros que te llevas contigo en verano. Hasta que Mía hizo su aparición, me solía traer un porrón de libros de los que leía dos o tres. Añadía unas cuantas series atrasadas y me preparaba para un verano de lo más cultural. Poco menos que un retiro espiritual, vaya. Para los que no lo sepan he de especificar que paso los veranos en Asturias, en el norte de España, en donde hay una broma recurrente que dice: “Me encanta el verano, es mi día favorito del año”, en referencia a los días de lluvia que suelen tocarnos en el estío.
Pero a lo que vamos. Como la primera semana de vacaciones llovió como si lo fueran a prohibir, devoré Saber perder (Anagrama), de David Trueba, e Indigno de ser humano (Al margen), de Osamu Dazai. A ver, no se vayan a pensar que soy un intenso. No tenía ni idea de quién era Dazai hasta que mis amigos Isaac y Luis, dueños de dos gatos egipcios, Tina y García me lo regalaron. Ambos libros me gustaron mucho. Pero claro, antes de empezar con el siguiente en la cola -Las correcciones (Salamandra), de Jonathan Franzen- tenía un pequeño montón de libros sobre, ¿adivinan qué? Efectivamente: sobe gatos.
Aquí van mis reseñas para este verano:
Soy un gato (Impedimenta), de Natsume Soseki. Desde que tengo gato, todo el mundo me decía: “Tienes que leerlo”. Pues hala, ya está. Es un libro de 1905 que, en lo que se refiere a la evolución de la personalidad de los gatos, podría haberse escrito perfectamente anteayer. Narra, en primera persona, la vida de un gato que, por circunstancias de la vida, comienza a vivir con un profesor japonés. A través de sus ojos conocemos a una serie de extraños personajes. El minino es bastante ácido en sus comentarios y observaciones. El libro, al final, es una crítica de una parte de la sociedad japonesa de la época. Advertencia: el humor y los diálogos son muy japoneses.
Un león en el sofá (La Esfera de los Libros), de Abigail Tucker. Ojo, porque después de leer este libro no volverás a ver a tu gato de la misma forma. Tucker hace una investigación que, en realidad, es un recorrido sobre la historia de los gatos. De los dientes de sable a los ejemplares con millones de seguidores en Instagram. Tucker se aproxima a los animales desde numerosos puntos de vista y ofrece una visión muy novedosa y didáctica. Es el típico libro en el que marcas un montón de páginas porque hay cosas que quieres volver a leer. A mí el capítulo sobre la toxoplasmosis me dejó loco.
El gato que curaba corazones (Duomo), una novela de Rachel Wells. Aquí entramos ya en territorio sentimental, porque es complicado no encariñarse con Alfie, el gato protagonista (si tienes un mínimo de sensibilidad, claro, si eres un ser frío y desaborido, seguramente te importará un bledo. Pero claro, si fueras un ser frío y desaborido seguramente no tendrías mascota y no estarías leyendo esto). El pobre Alfie tuvo unos primeros meses de vida complicados. Su cariñosa dueña fallecía poco después de que lo hiciera Agnes, la gata con la que compartía el hogar. Alfie se ve de repente sin dueña y sin experiencia en la dura vida de la calle. Pero es un gato listo y, sobre todo, es muy bueno, lo que le abrirá literalmente muchas puertas. Alfie tiene, además, un don: es capaz de ayudar a las personas. Las hace reír y las ayuda a encontrarse a sí mismas. Casi nada.
Un gato callejero llamado Bob (La Esfera de los Libros), de James Bowen. Este libro narra la historia real de Bowen, un músico callejero que un día se encontró con Bob, un gato también callejero. Ambos vivían en Londres, pero no se conocían. Es una historia de amor, de dos seres que se complementan y que se necesitaban para avanzar. Y también un canto a la esperanza: es emocionante leer cómo, teniendo solo 30 libras, las invirtió en llevar a Bob al veterinario para que le curaran una herida que se había hecho en una pelea con otro gato y en comprarle comida. Sin duda fue una gran inversión, ya que la publicación de este y otros libros han convertido a Bowen en un autor de éxito. La historia se ha convertido incluso en una película. Es un historión.
El gran libro de Simon´s Cat (Duomo), de Simon Tofield. Para terminar con esta lista, un poco de humor. Seguramente todos los lectores conocerán a este gato gordo, proclive a las ideas de bombero retirado, inquieto, liante y muy, pero que muy simpático. El personaje es una estrella absoluta de internet en donde sus aventuras en forma de dibujo animado hacen las delicias de sus millones de seguidores en las redes sociales. Pero como aquí hemos venido a hablar de libros, y no de Internet, que os va a quedar la cabeza cuadrada a todos, os recomiendo este libro de viñetas. Mientras lo volvía a abrir para escribir este post, me he partido de risa varias veces recordando las ocurrencias del gato de Simon.
Mientras escribía este post, Mía ha estado tumbada en una postura incomodísima y con cara de: “¿puedes terminar ya lo que quiera que es estés haciendo, levantarte e ir a coger la pluma para jugar un rato, por favor?”. A ello me encamino.
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