15 fotosPromesas incumplidasExpulsadas de las favelas de Río de Janeiro por la subida de los precios, las comunidades más pobres ocupan edificios gubernamentales abandonadosTariq ZaidiRío de Janeiro - 16 ago 2017 - 08:41CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlacePamela, de 16 años, con su hija de 17 meses. Vive con su madre en el antiguo edificio abandonado del Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas, un inmueble okupado por unas 100 familias en la favela Mangueira, en Río de Janeiro (Brasil). Unos dos millones de personas –aproximadamente el 30% de la población de Río (6,45 millones)– viven en favelas que a menudo carecen de las instalaciones sanitarias adecuadas, así como de colegios, condiciones de seguridad o asistencia médica.Tariq ZaidiPamela (izquierda) lleva 15 años viviendo en el edificio okupado del Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas. Su madre, Martha, fue la segunda persona que se trasladó al inmueble, en la favela Mangueira, Río de Janeiro, Brasil. El edificio, abandonado en torno al año 2000, tiene 14 plantas, y en los últimos 15 años ha sido okupado por más de 100 familias. Cada semana llegan nuevos ocupantes que no pueden permitirse pagar los alquileres cada vez más caros de las favelas.Tariq ZaidiLa colada cuelga en uno de los pasillos del edificio okupado del Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE), en la favela Mangueira, Río de Janeiro, Brasil. En 2011 se hicieron planes para transformar los edificios abandonados del IBGE en un centro cultural, que se preveía que estuviese acabado a finales de 2012. El Departamento de la Vivienda asignó una provisión de 150 millones de reales (46 millones de dólares), en la que también estaban incluidos otros proyectos para Mangueira. Hasta ahora, nada de esto se ha llevado a cabo.Tariq ZaidiTaina, de 12 años, lleva entre cuatro y cinco okupando el edificio del IBGE con su familia, en la favela Mangueira, Río de Janeiro, Brasil. Los datos censales publicados en diciembre de 2011 por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística mostraban que, en 2010, aproximadamente el 6% de la población vivía en favelas (áreas de ocupación irregular caracterizadas por la ausencia de servicios públicos o de urbanización y conocidas como "aglomeraciones infranormales".)Tariq ZaidiClases nocturnas de baile en un aparcamiento de la favela Vila do Metrô, Mangueira, en Río de Janeiro, Brasil. En 2013, el 32% de los habitantes de las favelas se consideraba perteneciente a la clase trabajadora y el 65%, a la clase media.Tariq ZaidiUn habitante del inmueble monta en bicicleta en el edificio okupado del IBGE, en la favela Mangueira, Río de Janeiro, Brasil. En Río existen más de 800 favelas, que van desde las comunidades más recientes o más desfavorecidas, donde las condiciones de vida son las de un suburbio, hasta los barrios en los que todo funciona a la perfección.Tariq ZaidiUna niña lava los platos en la escalera principal del edificio okupado del IBGE en la favela Mangueira, Río de Janeiro, Brasil. La mayoría de las 100 familias que viven en el edificio tienen que coger agua de un número limitado de puntos del inmueble a los que llega el agua corriente, ya que la mayoría de los apartamentos no tienen.Tariq ZaidiUna joven familia de habitantes del edificio abandonado del IBGE, actualmente un inmueble okupado, en la favela Mangueira, Río de Janeiro, Brasil. Río tiene más habitantes que viven en favelas que ninguna otra ciudad brasileña. En conjunto, sus favelas formarían la séptima ciudad más grande del país.Tariq ZaidiMujeres esperando en un callejón mientras llenan sus cubos de agua, en la favela Vila do Metrô, Mangueira, Río de Janeiro, Brasil. El 30% de la población de Río no está conectada a un sistema de saneamiento oficial. Este problema no afecta solo a muchas de las favelas de Río, sino también a algunos de los barrios más ricos de la ciudad.Tariq ZaidiDos jóvenes juegan con un bebé sobre una alfombra delante del edificio abandonado del IBGE, en la favela de Mangueira, Río de Janeiro, Brasil.Tariq ZaidiUnos niños montan su caballo de trabajo en la favela Vila do Metrô, Mangueira, Río de Janeiro, Brasil. A pesar de que están marginados y de que se les culpa de todos los problemas sociales de la ciudad, los habitantes de las favelas han creado una sociedad basada en la cooperación con el fin de sobrevivir en una urbe superpoblada. Tariq ZaidiVarios niños juegan en un montón de basura en la favela Vila do Metrô, Mangueira, Río de Janeiro, Brasil.Tariq ZaidiCristiane tiene cinco hijos pequeños y lleva entre cinco y siete años viviendo en un edificio ocupado de la favela Vila do Metrô de Mangueira, en Río de Janeiro, Brasil. Según los datos recogidos por el Instituto Popular de Datos, el 42% de los hogares de las favelas están a cargo de una mujer.Tariq ZaidiUn hombre en la puerta de una casa ocupada en la favela Vila do Metrô, Mangueira, Río de Janeiro, Brasil. El grafiti pintado en la casa dice “Somos seres humanos”.La favela de Mangueira se encuentra a tan solo un kilómetro del estadio de Maracaná. No obstante, centenares de familias siguen viviendo en alojamientos improvisados o en edificios abandonados sin instalaciones sanitarias, agua corriente ni seguridad.Tariq ZaidiLa favela Mangueira, en la zona norte de Río de Janeiro, Brasil. Los habitantes de las favelas de Río no dejan de esperar que las cosas cambien. Sin embargo, la posibilidad de que se produzca una mejora en sus condiciones de vida sigue siendo incierta. Según 'The New York Times', el nuevo alcalde tiene intención de recortar el presupuesto en casi 1.000 millones de dólares este año y se prevé que el presupuesto del Estado se reduzca en más de 6.000 millones. A pesar de las persistentes dificultades, dos tercios de las personas entrevistadas declararon que no querían marcharse de su barrio en la favela. Si bien es probable que su suerte empeore, esta comunidad permanece unida por un sentido del compañerismo, el orgullo y la dignidad que, probablemente, harían enrojecer a la mayoría de los más ricos del próspero occidente.Tariq Zaidi