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Tom Sachs: «El arte es una agenda política, propaganda»

Descubrió su pasión por crear objetos con las manos y por reutilizar materiales. Ahora su trabajo llega del vertedero a cualquier parte. Incluso al espacio exterior

En mayo de 2012, el planeta Marte llegó al corazón de Manhattan. Allí lo aterrizó el artista Tom Sachs (Nueva York, 1966) durante la feria de arte Armory. Fueron más de 16.000 metros cuadrados de una instalación con objetos que recreaban una misión de la Nasa, con la peculiaridad de que todo el contenido era reciclado, ensamblado con sus propias manos. El montaje artístico, Space Program 2.0.: Mars, terminaba cuando enviaba a dos ficticias mujeres astronautas al planeta rojo en busca de la respuesta a una pregunta habitual: ¿Estamos solos? Una manera de hablar de basura doméstica que, a su vez, narraba una historia sobre otro tipo de basura espacial o social, y que se narró en una película, A space program, que ha sido recientemente exhibida en el festival RIZOMA de Madrid. Un mundo imaginario casi infantil de un artista que lo mismo hace una playlist para Kanye West como performance musical que diseña unas zapatillas para Nike.

¿Bricoleur? ¿Dices que te autodenominas bricoleur?

Sí, viene de bricolaje, es alguien que hace artilugios funcionales a partir de materiales desechados o encontrados, y los convierte en nuevos objetos con otros usos novedosos. Regenero así lo que me rodea, es un camino oscilante de pérdida y de ganancia, pero sobre todo es un juego. En realidad, hago esculturas.

Pero casi siempre realizas piezas con objetos tecnológicos reciclados. ¿Tanta manía le tienes a las máquinas?

Cinderblock y Le Cock, dos de las esculturas de Sachs realizadas con materiales desechados.
Cinderblock y Le Cock, dos de las esculturas de Sachs realizadas con materiales desechados.

Soy una víctima más de las máquinas, aunque paso la mayor parte de mi tiempo haciendo cosas con mis manos. Vivimos en un época dominada por los ordenadores, y yo, como todo el mundo, uso mi portátil para hacer compras o ver pornografía, pero también hago cosas con madera, cerámica o metal.

¿Es una manera de ser crítico con el uso masivo de tecnología?

La obsolescencia programada es terrible, porque nos obliga a estar conectados todo el tiempo y a actualizar nuestros teléfonos continuamente. Tenemos que hacer productos que duren más. Todo empezó después de la Segunda Guerra Mundial, a partir de entonces algo que hace dos años estaba bien, ahora ya no lo está. Todo está preparado para cambiar después de que pase un tiempo, pero el principio debería ser construir cosas duraderas. Nada es para siempre, es cierto, pero después ese material se puede usar para otras cosas, y así creas nuevos objetos y generas energía.

¿Entonces la basura es bella?

La belleza también está en encontrar el uso a cosas que fueron bellas en otros momentos de su vida. Yo estoy interesado en trabajar con materiales pobres o bajos y elevarlos después a algo más grande. Un objeto que hace dos meses era basura, después puede ser un bol de cerámica con mis dedos impresos que se termina vendiendo por 30.000 euros. Esto es especial.

Según esto, ¿cualquiera puede hacer arte desde su casa utilizando un viejo radiocasete?

"Un objeto que hace dos meses era basura, después puede ser un bol de cerámica con mis dedos impresos que se termina vendiendo por 30.000 euros. Esto es especial"

Arte es todo. Incluso los abogados son grandes artistas, porque pueden hacer un buen juicio. Ellos también son creadores. También los policías pueden llegar a hacer arte con su trabajo. Quizá un arte más terrible, pero están creando en su día a día. En el arte sí que se da más uso a otros materiales, los artistas usan todo el tiempo elementos usados.

¿La moda también formaría parte de ese consumo masivo que critica?

La moda es genial, la amo sobre todo cuando te hacer parecer sexy, pero no cuando puede contribuir a enfermedades como la anorexia. Amo la moda porque amo las cosas bonitas, pero odio cuando es parte de la obsolescencia, cuando te incita a comprar más y más. El show de la moda necesita generar continuamente dinero y que haya más gasto, y hace a la gente más pobre.

Un visionario del consumo

De formación arquitectónica, Tom Sachs tiene obra en colecciones de arte de importantes pinacotecas de Nueva York como el Solomon R. Guggenheim Museum, Whitney Museum of American Art o el Metropolitan Museum of Art, y fuera de su país en el Centre Georges Pompidou de París, entre otros. Llegó al mundo del arte de manera natural, por su manía de distraerse en clase haciendo figuritas con cualquier objeto que caía en sus manos. El espacio, el mal uso que se hace de la basura y la iconografía pop han marcado su obra. Durante su juventud llegó a trabajar en una tienda de diseño de Frank Gehry, e incluso diseñó la instalación de adornos de Navidad de los grandes almacenes Barneys en 2014. Fue una revisión contemporánea de estas fiestas tan populares y consumistas en Nueva York lo que reveló el interés del artista por el consumismo y cómo convertir los objetos en fetiche. A partir de entonces, se volvió más crítico y ya no hubo marcha atrás. 

Has creado escenas de Navidad donde la Virgen María era Hello Kitty, los Reyes Magos Bart Simpson y en el establo había un logo de McDonald’s. ¿Es imposible no creer que tu obra es crítica?

Yo soy crítico, pero mi trabajo no lo es necesariamente, porque luego también tiene que estar dentro de una casa. Para mí, el arte es como una agenda política, también llamada propaganda, porque está tratando de mostrar una idea de manera continua. Mi trabajo artístico tiene éxito si después logra mostrar mis ideas políticas. Más tarde, que el público decida al respecto.

La instalación Space Program 2.0.: Mars
La instalación Space Program 2.0.: Mars

Una idea muy romántica…

Yo estoy celebrando la vida, no el consumo masivo. Quiero sentir satisfacción con mi trabajo, no con el dinero que esto genere. Conecto con lo que hago porque lo hago con amor. Mi trabajo artístico habla de cosas concretas, pero también de celebrar la propia evidencia del individuo, y esto… es la mejor cosa del mundo. Tampoco creas que hago mi trabajo para los demás, lo hago para mí y para mi comunidad, y esa comunidad es todo el mundo que se acerque a mi trabajo.

¿Has conseguido la felicidad?

Descubrí que quería ser artista con 20 años. Había estudiado en Londres pero pasaba parte de mi tiempo haciendo cosas con las manos. Siempre encontraba mi estado emocional perfecto cuando usaba las manos, cuando hacía esculturas. Fue así cuando descubrí el secreto de la vida: que cuando haces algo con amor otra gente puede terminar pagando por ello. No ha sido fácil llegar hasta aquí, pero estoy contento de haberlo conseguido.

¿Y en qué puntos concretos del día encuentras ese estado de bienestar?

Por las mañanas, cuando me despierto, tomo mi café en una taza de porcelana. Olvido los correos electrónicos y todas esas malditas cosas que dice Trump a diario, y consigo que se queden atrás. No quiero pasar los primeros minutos de mi día con información tóxica del exterior, hay que protegerse de esas malas noticias al menos cuando uno despierta. Cuando uno sale de la cama, es el momento de meditar, de bailar, de pensar en ti mismo, y luego ya sales fuera y comienzas a entender el mundo real.

"Siempre he encontrado mi estado emocional perfecto cuando hago cosas con las manos. Así descubrí que, si haces cosas con amor, la gente acaba pagando por ellas"

Por lo que parece, eres de tener muchos rituales.

Sí, tengo muchos, con los años cada vez soy más maniático. Siempre intento no dejar problemas no resueltos en mi estudio [tiene 12 personas trabajando con él] para el próximo día, quiero llegar a casa y dormir con todo en paz, para que pueda estar por la mañana en armonía. No pasa nada si se comenten errores, pero creo que hay que solucionarlos en el momento.

¿Y no tienes músicos o artistas a los que admiras?

¡Bastantes! James Brown, Bob Marley, Louis Armstrong… me gusta la música negra. Y también muchos otros artistas de la diáspora africana. En el arte me gusta El Bosco, Picasso, Calder, Donald Judd…

Full Phonkey
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¿Crees en el uso de animales para hacer obras de arte?

Amo los animales, y sé que hay mucha gente que los utiliza en trabajo artístico. Esto ha generado muchas protestas de diferentes grupos proteccionistas, y la verdad es que no entiendo por qué. Creo que no está mal usar animales en el arte, incluso yo tengo dos piezas de vídeo con dos pollos que rescaté, los crié y daban huevos para el desayuno.

¿Entonces, estás a favor de considerar los toros como arte? ¿Has visto alguna vez alguna corrida?

Los toros es una maravillosa tradición, pero es muy cruel a la vez. Reconozco que los toreros son artistas, pero no me gusta esa crueldad. No puedo decidir al respecto, pero sí que he visto alguna corrida de toros en España.

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