Los creadores de Soulwax y 2manydjs están hartos de la electrónica de masas
Se han pasado diez años en silencio, en los que Stephen y David Dewaele han creado un estudio en el que dar rienda suelta a sus experimentos. Ahora aparcan a 2manydjs y se proponen devolverle el toque humano a la música de baile
Stephen Dewaele parece un profesor universitario de año sabático, pero detrás de esa ropa holgada y sus gafas redondas está la mitad de uno de los dúos creativos que han dado forma a la música de baile actual. Quizás su aire relajado se deba a que estamos en el Sónar —"aquí me siento como en casa", explica—, festival que ha visto la evolución de Stephen y su hermano David desde que formaron una banda de rock indie, Soulwax, a la que el descubrimiento de la electrónica le cambió la vida, hasta el auge de 2manydjs, el dúo con el que descubrieron que se podía hacer bailar a las masas mezclando casi cualquier estilo a principios de los 2000. De hecho, no recuerda la primera vez que visitaron el festival barcelonés —"solo tengo algunos flashes", confiesa—, pero sí sabe que ésta es una ocasión especial.
Después de una década sin casi noticias de su banda (a excepción de la banda sonora del documental Belgica), están presentando From Deewee, un álbum que para ellos parece un nuevo comienzo. "La gente nos preguntaba todo el rato por el nuevo disco de Soulwax, y nosotros nunca hablábamos sobre ello", cuenta. "Lo gracioso es que, cuando lo acabamos, nadie nos creía. Entregamos el master a nuestro sello y dijeron: '¡Joder, que es verdad!". En esos diez años, los hermanos Dewaele se han ocupado, además de pinchar por todo el planeta, de crear su propio estudio, ese Deewee que mencionan en el título; un edificio en su Gante natal que también funciona como base de operaciones, punto de encuentro de músicos y archivo de su ingente colección de discos (unos 60.000, estiman). "Crear ese espacio era vital para nosotros. Si no lo hubiésemos hecho, no sé si seguiríamos haciendo música. Montar el estudio, en la manera en la que lo hicimos, fue casi como hacer un disco, pero lo que hicimos fue un edificio real".
"La música dance se ha convertido en mainstream, se ha instaurado la cultura del VIP, y eso es algo que está en contra de todo lo que quiero"
Un edificio en el que los hermanos Dewaele pueden aislarse del mundo — "está lleno de cosas que hemos ido coleccionando: equipo, instrumentos, películas…"— y hacer música a su manera. Por ejemplo, registrando todos sus nuevos temas en una sola toma, con una formación de siete músicos que incluye a tres baterías, entre ellos Igor Cavalera, fundador de Sepultura. "Queríamos que la gente tocase junta, todos a la vez en la misma habitación. Hacerlo así es bonito, hay interacción humana". Y también ponerse limitaciones. "A veces somos nuestro peor enemigo: siempre seguimos añadiendo cosas, probando otras… Ponernos un límite nos ayuda a ser más creativos".
El proceso que han seguido con From Deewee, casi anacrónico en una época en la que se busca la exactitud en la grabación, es también una declaraciones de intenciones en favor de la imperfección y de los errores humanos. "Si me fijo en la música que me ha inspirado desde el principio, siempre venía de gente que no encajaba. Gran parte de lo que ahora se escucha está hecho en base a una fórmula, está desprovisto de fallos. Por ejemplo, si escuchas a los Rolling Stones, Keith Richards siempre toca casi fuera de tono, pero eso es lo que les hace especiales. Es su manera personal de hacer las cosas. Ahora mismo no podrías ver un talent show y que alguien cantase como Tom Waits. La gente le diría: '¡No, no puedes hacer eso!'. Y él tiene una de las voces más increíbles que he escuchado nunca".
Esa estandarización también ha llegado a un género, la música electrónica, que ellos han ayudado a conformar, caminando siempre entre el rock y el club, de las guitarras a los sintetizadores, al igual que su amigo James Murphy de LCD Soundsystem. "La música dance se ha convertido en pop, se ha convertido en mainstream", asume con cierto pesar. "Eso conlleva que aparezca mucho dinero, que se haya instaurado la cultura del DJ estrella y de los VIPs, y esas son cosas que están en contra de todo lo que quiero personificar".
Pero lejos de resultar pesimista, el mayor de los Dewaele sigue manteniendo ese entusiasmo juvenil que le llevó a acumular vinilos siendo un adolescente en Gante. Como cada visita que hace a Barcelona, ha pasado por Discos Paradiso para encontrar nuevas joyas para su colección. "No es que ya no se haga música interesante, lo que pasa es que es más difícil que llegue al público mainstream", defiende. "Antes, una canción chiflada de punk con sintetizador podía llegar a las listas de ventas solo porque un DJ la pinchaba en la radio y miles de personas la escuchaban. Eso ahora es muy difícil que suceda, pero yo sigo encontrando cosas alucinantes, y es la mejor sensación del mundo. Es posible que ahora mismo, mientras hablamos, alguien esté haciendo algo increíble aquí, en Barcelona".
Si eso sucede, es bastante probable que él o su hermano lo encuentren, y esa música engrose los archivos de Deewee. Por allí pasará todo el futuro de Soulwax, sea el que sea. Eso es lo único que tiene claro Stephen. "Ahora que tenemos nuestro estudio no sé muy bien qué será lo próximo. No hay plan, pero de ahí seguro que saldrá algo. Pero ya sea hacer remixes, bandas sonoras o sesiones de DJ, para nosotros todo es parte de lo mismo: se trata de manipular sonidos y… aparentar que sabemos lo que estamos haciendo", remata con una carcajada.
From Deewee está publicado por PIAS.
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