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Al menos 47 millones de personas sufren algún tipo de demencia, como el alzéimer en el mundo, y los cálculos de la OMS prevén que este dato se habrá duplicado en 2050. "Este tipo de enfermos se desorienta o se pierde con mucha facilidad, y pasar una noche a la intemperie puede tener un fatal desenlace", subraya Rafael Ferrer, ingeniero informático turolense de 26 años. Ferrer ha creado Neki para "dignificar" a los mayores y para ofrecer una solución eficaz para las familias ante el riesgo de que un anciano se pierda y no se logre contactar con él a través del móvil. Neki es una startup que fabrica complementos habituales para los mayores, como cinturones, collares, monederos o relojes, con GPS incorporado, para que los allegados puedan localizar en cualquier momento a un ser querido si se ha desorientado.

Neki

Fundadores: Rafael Ferrer.

Estado: En activo.

Localización: Zaragoza.

Ámbito: Localización.

Idea: Dispositivo.

Web: https://neki.es/

"Yo empecé con una pulsera para niños pequeños que avisaba cuando se alejaban. Fue gracias a una beca de Telefónica, Talent to startups, y me permitió lanzar el producto en 2015", rememora Ferrer. A partir de ahí surgió la idea de exportar esa idea al caso de las personas mayores. "Hicimos un diseño senior. Un reloj en el que se podía observar el recorrido de la persona en tiempo real, si abandonaba una zona segura o si apretaba el botón de socorro". Comenzaron hace un año y en ese tiempo la han utilizado más de 1.000 familias. "Tratamos de dar soluciones a cada caso, por eso creamos distintos dispositivos. Todos llevan el GPS escondido, la batería dura de dos a cinco días y se puede consultar desde varios dispositivos a la vez", desarrolla el fundador de Neki. En algunos modelos, como los relojes o los colgantes, también está incorporado un receptor de wifi para localizar a los portadores en interiores de edificios. Los relojes además pueden recibir llamadas de los números que se desee.

Neki comercializa cada dispositivo (relojes para niños, reloj senior, cinturones, monederos, carteras o colgantes que también pueden hacer las veces de llavero) por un precio fijo que parte de los 95 euros y un pago mensual por el servicio de 12 euros."De momento estamos contentos porque aportamos mucho valor. Hay familias que han encontrado a personas gracias a nosotros. Una mujer de Zaragoza había cogido un autobús hacia Valencia y con nuestra ayuda pudieron localizarla. Son los propios familiares los que deciden cómo actuar, toda la gestión la hacen ellos", concluye Ferrer.