Acoso a la prensa en Turquía
Erdogan no puede continuar por el camino de autoritarismo
![Erdogan, durante un acto de su partido.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/L44XT4JL2Y5DY7LJCPES3OBT3E.jpg?auth=6aaa710c5c78cbe1f294dd51c040062a99f0f2efef2adb566ece929ccac84f2b&width=414)
Estamos ante un clamor unánime. Antes del fallido golpe de estado de julio pasado, Turquía ya batía récords internacionales de encarcelamiento de periodistas - intolerables en cualquier circunstancia pero más aún en un país que afirma ser una democracia, miembro del Consejo de Europa y candidato a la adhesión a la Unión Europea- .
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Ahora, 19 periodistas, empleados y directivos del diario turco Cumhuriyet enfrentan una petición del Fiscal de entre siete y 43 años de cárcel. ¿La acusación? Apoyar el golpe de Estado del pasado julio y trabajar a las órdenes de su supuesto instigador Fetulá Gülen, el clérigo exiliado en EE UU y antiguo aliado del Presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
La Unión Europea, el Consejo de Europa, la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), junto con todas las organizaciones que defienden la libertad prensa (PEN, Reporteros sin Fronteras y la Federación Internacional de Periodistas), han denunciado la motivación política de este juicio. Estamos ante un episodio más de la extensa purga emprendida por la autoridades turcas, que tras depurar al ejército, los jueces, la administración civil y a los profesores, pretender culminar ahora su tarea acosando a Cumhuriyet, representante del periodismo libre y comprometido, por desgracia en extinción en la Turquía de hoy.
El acoso a los medios coincide con el encarcelamiento de la directora de Amnistía Internacional y cinco colaboradores de dicha organización bajo la absurda acusación de colaborar con el terrorismo. La Alta Representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini, se reunió ayer con el Ministro de Exteriores turco para trasladarle la profunda preocupación de la Unión Europea por el lamentable comportamiento de las autoridades turcas. El Presidente Erdogan no puede continuar por este camino: de lo contrario, la ruptura entre Europa y Turquía será inevitable.