_
_
_
_
PORQUE LO DIGO YO
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Serena Williams

No soy la Pete Sampras, ni la Roger Federer, ni la Rafa Nadal del tenis. Soy Serena Williams

Ana Marcos
Serena Williams, portada de 'Vanity Fair'.
Serena Williams, portada de 'Vanity Fair'.Annie Leibovitz (AP)

Serena Williams desnuda, embarazada, con la melena alborotada, ese maquillaje que solo un profesional sabría distinguir y sin mirarte a los ojos. La portada del último número de Vanity Fair. La capacidad milagrosa de que por un segundo te olvides de Demi Moore, copyright original. La voluntad explícita de que Beyoncé y su embarazo kitsch sean un mal recuerdo de Instagram.

Voy a obviar las horas que pasó (o no) Annie Leibovitz en la sala de retoque. Prefiero mirar por debajo de esa capa de filtros y tratar de descifrar todo lo que quiere decir Serena Williams.

Ningún patrón tiene cabida en este cuerpo. Soy tan negra como cuando nací. El brazo que apoyo en mi cintura y la mano con la que me cubro el pecho me han convertido en ganadora de 23 Grand Slam. En mi vientre llevo un bebé, el mismo que llevaba cuando gané el Open de Australia. El tamaño de mi barriga es como el de mi culo porque estoy de seis meses. Y porque es mi constitución.

No soy la Pete Sampras, ni la Roger Federer, ni la Rafa Nadal del tenis. Soy Serena Williams. O, como respondió a John McEnroe cuando el deportista aseguró que ella no pasaría del puesto 700 en la clasificación masculina: “Querido, déjame fuera de tus argumentos cuando no están basados en hechos”.

Serena Williams en la portada de Vanity Fair es la peineta más elegante en lo que llevamos de año. Contra todos los estereotipos y prejuicios.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Ana Marcos
Redactora de Cultura. Forma parte del equipo de investigación de abusos en el cine. Ha sido corresponsal en Colombia y ha seguido los pasos de Unidas Podemos en la sección de Nacional, además de participar en la fundación de Verne. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_