Susana, Beatriz y Valentina
Estos nombres ocupan la crónica negra como las víctimas que se ha cobrado el fin de semana pasado un tipo de terrorismo que vive entre nosotros: el machista. Ese que no entiende de edad, religión ni ideología política. El que no se detecta en el control exhaustivo de un aeropuerto, ni en un registro de madrugada en ninguna vivienda o sede. El que no reivindica nada excepto su egoísmo y posesividad. El que ataca por sorpresa. El que vive en tu casa y se acuesta en tu cama. El que nos está matando.
Susana significa alegre y feliz. Beatriz, bienaventurada. Valentina, fuerte y valiente. Tres nombres llenos de significado y vacíos de vida. Tres víctimas y tres verdugos. Nos queremos vivas.— Mireya Maldonado Hualde. Deba (Gipuzkoa).
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