El año pasado al menos 258 mujeres fueron asesinadas en el Estado de México, y muchos de los cuerpos tenían señales de tortura
Ecatepec -
El féretro de Carolina Hernández Sánchez, una víctima más de la violencia contra las mujeres, es cargado por familiares, vecinos y amigos al llegar al cementerio.Un triste cortejo fúnebre: una pequeña fila de conocidos, familiares y amigos llevan a sepultar el féretro de otra víctima más del feminicidio en México.Familiares de Carolina Hernández Sánchez se abrazan y lloran destrozados por el dolor. No pueden creer que lo que está sucediendo sea real.La tumba de Carolina Hernández Sánchez, en un cementerio de un barrio pobre del Estado de México.La habitación vacía de Carolina Hernández Sánchez, una víctima de feminicidio en México. La pobreza y la mala condición social son factores determinantes en este grave problema en México.Una foto de la primera comunión de Carolina Hernández Sánchez todavía cuelga de una pared de su habitación.Oswaldo Hernández Sánchez, el hermano menor de Carolina, en la cocina de su casa. Ella y su otro hermano era los sostenes principales de la familia formada por su padre, dos hermanos menores y los dos hijos de ella.Familiares, amigos y vecinos de la víctima lloran y se abrazan al rededor del féretro.Al final del funeral, su hermano Fabián Hernández Sánchez, se queda junto a la tumba de Carolina.Una flor tirada en el suelo de un cementerio en un barrio pobre del Estado de México. La fragilidad a la que están expuestas las mujeres en México está llegando a niveles demasiado altos, y el feminicidio en el país va en aumento.Una foto de Diana Angélica Castañeda Fuentes, en el salón de la casa de su abuela, donde su mamá ha ido a vivir después de la desaparición. Al fondo sus juguetes de peluche.María Eugenia Fuentes Nuñez, la madre de Diana, en el salón de la casa, con uno de los juguetes de Diana en sus brazos.Una foto de Diana Angélica Castañeda Fuentes, entre sus peluches.