La edad de la señora Macron
Un titular, donde se precisaban los años que separan al presidente francés de su esposa, provoca un aluvión de críticas
La victoria de Enmanuel Macron en las elecciones francesas fue el tema principal de la edición digital de EL PAÍS del pasado domingo por la noche y del lunes siguiente. Entre todas las noticias y reportajes dedicados al nuevo presidente francés, una ha provocado quejas de los lectores y numerosos comentarios críticos en los foros de elpais.com. Lo que ha irritado profundamente ha sido el titular: “Brigitte Macron, la nueva primera dama 24 años mayor que el presidente”.
Me limitaré a sintetizar aquí dos de los mensajes recibidos.Una lectora, Josefa Ruiz González, escribe: “Solo unas pocas palabras para decirles que con lástima veo que nuestros medios de comunicación, incluido este, que es mi lectura matutina, lo primero que resaltan de Madame Macron es el hecho de que es 24 años mayor que el presidente electo. ¿No es demasiado sexista y también invasor de la vida del Sr, y Sra. Macron? En fin, es una lástima que todavía estemos en ese estadio de machismo y sexismo y falta de rigor al escribir noticias”.
El argumento es similar en el mensaje que me envió Rosa María Díez Cobo: "Me dirijo a usted, y seré muy breve, porque situar como segunda noticia de la portada digital una noticia sobre la diferencia de edad del recién electo Macron en Francia y su mujer, no es de recibo; es una vergüenza".
Miguel Jiménez, subdirector del periódico que se encargó de titular la noticia, ha querido responder tanto a estas quejas como a algunos de los comentarios de los usuarios de Eskup, Este es el mensaje que me ha enviado:
"Hay, a mi entender, dos tipos de quejas. Unas, las que consideran excesiva la relevancia dada a un asunto de la vida personal de Macron; y otras, relativas a si se trata de un titular machista. Con respecto a la importancia del tema, esa pieza fue una de las más de 20 que publicamos el domingo sobre las elecciones francesas. El domingo ni siquiera se asomó a portada pues dimos prioridad a más de una docena de piezas sobre los resultados, sus implicaciones políticas, los análisis y las reacciones nacionales e internacionales. El lunes por la mañana al renovar la portada sí ocupó un lugar algo más destacado tras la pieza sobre los retos de Macron, la de los resultados electorales, la del perfil y las primeras declaraciones de Macron, el editorial y la noticia sobre la reacción de los mercados, es decir, contenidos renovados o que no habíamos asomado a portada el día anterior. A medida que se generaron nuevos contenidos pasó a ir menos destacada hasta desaparecer de portada, tras despertar un gran interés de los lectores. Es decir, no fue una pieza con atención prioritaria y solo en parte de la mañana del lunes tuvo una posición relativamente destacada en la web, que es por definición mucho más dinámica y donde una misma información puede ocupar diferentes espacios a lo largo del día, más o menos destacados en función del flujo informativo y las necesidad de renovación de la oferta".
Jiménez añade: "Puede que haya quien considere que su vida personal no habría merecido ni siquiera una mínima atención, algo que no comparto. Por una parte, y siempre dentro del respecto a la intimidad, el honor y la propia imagen, la vida personal de personas de tanta relevancia es de interés público, con el añadido de que el nuevo mandatario quiere formalizar el papel de su esposa como primera dama. Además, como se decía en la información, Macron era el único candidato que aparecía con su pareja en los mítines y reconocía su papel en la carrera que le ha llevado al Elíseo”.
Respecto a las críticas al titular por parte de quienes lo consideran sexista o directamente machista, Jiménez señala: “El titular de la noticia era “Brigitte Macron, el ‘ticket’ electoral del presidente”, pero para portada me parecía algo confuso. Con un criterio periodístico, consideré más interesante y atractivo el titular que pusimos en portada y que fue responsabilidad mía. Creo que servía para centrar la atención del lector e informarle del contenido de la pieza, como pide nuestro Libro de estilo. Apenas habíamos hablado de Brigitte Macron en EL PAÍS y el tema de la diferencia de edad ha atraído el interés público en Francia y fuera de Francia. El artículo recogía ese debate con las propias explicaciones de Macron y con un tratamiento a mi juicio impecable de la cuestión por parte de Marc Bassets, que prefirió no titular en la notica por la diferencia de edad (y a quien no conciernen las críticas al titular de portada).”
Jiménez quiere rebatir también otro tipo de quejas: “Hay un subgrupo de críticas en que la acusación es, por así decirlo, de machismo por comparación. “Si fuera él, el que sacara 24 años a su pareja, ni se comentaría”, decía un lector en la web, por ejemplo. Sin embargo, en el propio texto se decía que la diferencia de edad era similar a la existente entre Donald Trump y su tercera mujer, Melania, sobre la que hemos informado en numerosas ocasiones. También hemos señalado la diferencia de edad con sus parejas de hombres como Rupert Murdoch, Pelé, Miguel Blesa o el rey de Bután, por citar ejemplos que he encontrado en una búsqueda rápida. Esta misma semana titulábamos una información: “Un presidenciable argentino se juega su carrera por una crisis con una novia 30 años menor”.
"Por otra parte, en este caso concreto, tampoco creo que sea verdad que no se destacaría si la diferencia de edad fuera al revés. Macron tiene ahora aproximadamente la misma edad que tenía su actual mujer cuando ellos se conocieron y enamoraron. ¿De verdad alguien cree que, bajo criterios periodísticos, no titularíamos con la edad si la diferencia de edad fuera al revés, es decir, si la pareja del nuevo presidente tuviera 15 o 16 años, o digamos 18? Yo sinceramente no dudaría en hacerlo. En definitiva, preferí anteponer el criterio periodístico en lugar de obviarlo como una concesión a lo políticamente correcto. En todo caso, lamento si alguien se puede haber sentido molesto. Creo que, de alguna forma, difundir esta historia también puede contribuir a normalizar las relaciones entre personas de diferente edad cuando el hombre es más joven que la mujer”.
Por mi parte, tengo que señalar que no creo que un reportaje sobre la esposa del nuevo presidente francés sea un tema menor, en absoluto. Sí creo, en cambio, que las quejas al titular tienen alguna base. Y ello por una razón: mientras el texto recoge la polémica que ha causado esa diferencia de edad, y los comentarios desagradables que han tenido que oír los Macron a propósito de ello, el titular, tal y como está redactado, precisando los años que separan a la pareja, desconcierta. Y no permite entender al lector, con la simple lectura, en qué sentido y por qué motivo se precisa ese detalle en el elemento más importante de la noticia.
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