Un plan B
No es habitual que los poderosos hablen de sus debilidades más íntimas
Encontrar el cadáver de su pareja en un gimnasio cuando disfrutaba un fin de semana con amigos fue el primer día del resto de su vida para Sheryl Sandberg, directora de operaciones de Facebook y una de las ejecutivas más poderosas del planeta. Perdió a su marido hace dos años. Días después lloraba mientras organizaba una actividad escolar para padres e hijos. No estaba Dave y ella le necesitaba. “La opción A no está disponible”, le dijo un amigo.
Option B, su nuevo libro, es una invitación para hablar en voz alta del lado cabrón de la vida. No estamos acostumbrados a hacerlo, nos silencian los tabúes. Tampoco es habitual que los poderosos hablen de sus debilidades más íntimas, de las épocas en que están hechos un trapo y cómo eso les afecta en lo personal y lo profesional. Hacerlo públicamente es cualidad de líder.
Sandberg ya se sinceró sobre las dificultades de ser mujer y tener ambiciones en el entorno laboral en el superventas Vayamos adelante. Ahora desmembra para otros su duelo y el de sus hijos. Ahí está el miedo a no volver a sentir felicidad o la culpabilidad por volver a reír; el vértigo y el vacío, el rechazo a la nueva rutina que te viene impuesta, la tristeza que sientes infinita... Pocas experiencias sacuden nuestra escala de valores como la muerte de un ser querido. Quien se ha visto forzado a buscar un plan B lo sabe.
Es la resiliencia, la capacidad de adaptación. Y cuenta Sandberg, por experiencia, que es un músculo que se entrena.
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