Alcohol omnipresente
El alcohol se ha transformado en el catalizador de las relaciones sociales. Poquísimas serán las actividades grupales en las que no se consuman bebidas alcohólicas. En las fiestas tradicionales, el motivo va quedando poco a poco ahogado y difuminado por el consumo de alcohol en las calles. Los orígenes van siendo cambiados por copas. Los toros ya son con pachanga en San Fermín, lo que les quita toda su pureza; las Fallas van perdiendo, literalmente, espacio físico por las grandes carpas para beber y emborracharse. El arte y el motivo están siendo arrasados por el disfrute etílico e inconsciente. Así, muchas fiestas tradicionales han pasado del encanto a la molestia a causa de los muchos excesos que se cometen.— Alberto Barata Aznar. Valencia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.