Los Del Río: “¿Un 'hipster'? ¿Eso es un tipo de tónica?”
Hablamos con los autores de la Macarena en el mítico bar Palentino sobre su salto al circuito de festivales como cabeza de cartel del SanSan Festival.
Ellos están cerca de cumplir los 70, y su mayor éxito, más de 20 años, pero apenas se han bajado del taxi que les ha traído desde el AVE, y recién traspasada la puerta del Palentino, todo el mundo sabe quiénes son. “Quiero decir que una vez he saludado a los compositores de la Macarena”, les asalta un parroquiano con aspecto de haber enlazado la cena con el desayuno: “que esto no es Sevilla, en Madrid hay mucho golferío, ¡eh!”. En efecto, esto es la Calle del Pez, Malasaña, Madrid, el lugar escogido por Antonio Romero y Rafael Ruiz, Los del Río, para anunciar su participación en el San San Festival (13 a 16 de Abril en Benicàssim) y en Girando al Sur, un evento itinerante que visitará varias ciudades andaluzas, como parte de su gira con el grupo cubano Gente de Zona, conmemorando así el vigésimo aniversario del éxito en Estados Unidos de su ya inmortal Macarena.
¿Por qué este salto a los festivales a estas alturas?
Antonio: ¡La juventud nos reclama! Tenemos que demostrar a los jóvenes toda la juventud que llevamos dentro... Será en el SanSan, ¿se dice así?
Rafael: Sí, en Benicàssim, que es eso del indie.
Antonio: ¡Sí, lo del indie ya es demasiado!
¿Habéis estado alguna vez en un festival, aunque sea como espectadores?
Antonio: No, es la primera vez. Nosotros siempre hacemos las cosas con mucha fuerza, y ahora esperamos arrasar como con el último vídeo con Gente de Zona, que tiene más de veinte millones de visitas ya…
¿Cómo surge la colaboración con los cubanos de Gente de Zona?
Antonio: Cedric (Volkman, su mánager), lo preparó todo. Entró en contacto con Marc Anthony, grabamos en su estudio, a los de Gente de zona les encantaba nuestra canción…
Rafael: Así celebramos los veinte años del zambombazo en Estados Unidos, que fue entre el 96 y el 97.
Una curiosidad al respecto. En la versión inglesa de Macarena omitís la referencia a “la jura de bandera del muchacho”, pero en esta reggaeton la mantenéis, ¿creéis que los jóvenes de ahora sabrán lo que es una jura de bandera?
Antonio: (Risas). Está bien la pregunta porque yo creo que no.
Rafael: ¡Pero todo el Mundo la canta! Las niñas de cuatro años saben bailar la Macarena.
Siempre habéis contado que la canción surge por una chica que conocéis en Venezuela, en casa de Gustavo Cisneros, ¿la habéis vuelto a ver, para agradecerle haberos hecho millonarios?
Rafael: ¡La hicimos millonaria a ella!
Antonio: Era una chica que bailaba tan bien la rumba, que compuse: “Dale a tu cuerpo alegría Magdalena, que a tu cuerpo hay que darle alegría y cosa buena”. Luego le cambié el nombre por el de una de mis hijas, Esperanza Macarena. Con tan buena fortuna, que la Virgen de la Macarena hizo que esta sea una de las canciones más populares de la Historia (14 semanas seguidas en el primer puesto del Billboard estadounidense). En todas partes del Mundo hay niñas que se llaman Macarena por nuestra canción.
Rafael: ¡Y en Miami han hecho una cofradía de la Macarena!
“¡Esto no es Sevilla, esto es la Corte!”. En este momento de la entrevista, el parroquiano del principio ataca de nuevo, a lo que Rafael responde con gracia, preguntando a Loli, la popular propietaria del bar si tiene una tila para darle. “¡Tengo, pero ese tipo de tila no le gusta!”, responde ella desde detrás de la barra.
¿Cuál es el mejor recuerdo que tenéis de aquel boom de finales de los 90?
Rafael: Muchos. Que nos llamen para cantar en el Vaticano…
Antonio: O ir a Japón y que haya tarjetas de teléfono con nuestra foto. Pero que te reciba Juan Pablo II, la Madre Teresa de Calcuta… Aquello fue maravilloso. Porque Sevilla tiene un color especial fue una canción muy buena, himno de la Expo del 92, pero lo de Macarena fue otra cosa.
Y veinte años después, ya tuvisteis un revival con vuestra aparición en Ocho apellidos vascos…
Antonio: Y ha sido un exitazo. De hecho, Ocho apellidos catalanes no tuvo el mismo éxito porque ya no estaba la varita mágica de Los del Río (risas)
Y ahora, en pleno Malasaña, el barrio hipster de Madrid. Por cierto, ¿sabéis lo que es un hipster?
Antonio: No.
Rafael: ¿Un tipo de tónica? (risas)
Antonio: Este es el barrio al que llegamos a Madrid en el 66, allí en Noviciado estaba nuestra pensión, en San Bernardo 55. Estábamos con María Jiménez, Carmen Montiel, La Contrahecha… Los mejores que llegaban de Sevilla. No estaba aún Camarón, pero jugábamos al fútbol con Paco de Lucía, nos juntábamos con Bambino en los billares que había en la Plaza de Callao… Luego ya llegamos al Corral de la Morería, cinco o seis años, y de ahí pasamos a Caripén con Lola Flores, al Duende de Gitanillo, enfrente del antiguo Ayuntamiento de Madrid. Allí venía la gente más importante de Madrid, ¡y se puso tanto de moda que se abrieron más de veinte casas de sevillanas en Madrid!
Además, siempre perfectamente trajeados, aunque en el vídeo con Gente de Zona vestís unas coloridas camisas hawaianas, ¿vais a colgar la corbata en los festivales?
Rafael: Había que amoldarse a La Habana, que es donde se hizo el vídeo, claro…
Antonio: Es que Cedric dice que nos ve muy guapos con este traje más moderno con las camisas negras (risas).
Rafael: ¡Negro zaíno, como los toros!
Antonio: Pero estamos negociando participar en un festival en Escocia, y allí saldremos con nuestra faldita.
Rafael: En Escocia, vestidos de escoceses, bailando la Macarena (risas)
Antonio: Pero aún no podemos decir nada, porque las cosas hasta que no están firmadas…
Con todo esto, entiendo que no pensáis en la retirada.
Antonio: ¿Tú nos ves para retirarnos?
Por supuesto que no…
Antonio: Ayer mismo estuvimos viendo en el teatro a ese monstruo llamado Arturo Fernández con 88 años, que de hecho nos invitó a celebrar su cumpleaños con nosotros. ¡Y aguantó más de dos horas en el escenario!
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.