_
_
_
_
_
Porque lo digo yo
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Bigas Luna

Si disfrutabas de su compañía el rato suficiente, eras víctima de su picadura y ya no te reponías

El director de cine Bigas Luna, en el rodaje en 2012.
El director de cine Bigas Luna, en el rodaje en 2012.Pablo Hojas

Hace casi cuatro años que Bigas Luna dejó una legión de huérfanos, entre los que me encuentro. Si disfrutabas de su compañía el rato suficiente, eras víctima de su picadura y ya no te reponías.

Bigas estaba reñido con las medias tintas, con lo anodino. Era un fanático de todo lo excitante y le importaba un bledo, o le pasaba inadvertido, el resto del mundo.

Sus debilidades eran interminables: la mujer, el ajo, el jamón, la tortilla de patata, las tetas, el aceite de oliva, la paella, las máquinas tragaperras, la España profunda, el Mediterráneo, Buñuel, Hitchcock, Goya, Dalí, los collares de moscas, la leche derramada, los coños, el cabaré El Plata de Zaragoza, los perros, Benidorm, Italia, el mar de tierra de Los Monegros, los calçots, el toro de Osborne, los tambores de Híjar y la Virgen del Pilar. Te paseaba por su huerto, señalaba algunos árboles y decía: “Mira, ese es mi padre, aquel es mi madre; y este seré yo”. Él creía que su mayor gracia consistía en colocar a cada comensal en el lugar perfecto de la mesa.

También era un fanático del arte de provocar alegrías, limpiar tristezas y no dar la brasa a la gente. Cuando cayó enfermo, solo lo supieron los inevitables. Dejó dicho que no quería homenajes. Algunos de sus íntimos —Carles Sans, Javier Bardem, Celia Orós, Aitana Sánchez-Gijón, Jordi Mollá, Leonor Watling— han considerado que ese deseo ya ha prescrito y han arropado el documental Bigas x Bigas, un zumo de las grabaciones que él hacía sobre la vida alrededor. Cuatro años ya sin el tipo que se negó a rodar una película en Bélgica porque allí nunca pasaba nada excitante.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_