_
_
_
_
Subjetivamente
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

‘Revival’ (de los 60) en las pistas de esquí

En el esquí con nieve de cañón se lleva el revival. El glamour de pista de los sesenta y setenta. El de las princesas alemanas tostadas a la parrilla y Gunter Sachs

Audrey Hepburn, en Charada, 1963.
Audrey Hepburn, en Charada, 1963.

Aquí no hay quien nieve

La alegre tropa anda desesperada con el cambio climático, pero, alto ahí, Génova, que no cunda el pánico. No, los votantes de Pedralbes y La Moraleja no se han pasado en masa a Equo. Ese 0,1% que migra del pantalán a las laderas del Pirineo está que no le llegan las gafas de sol al cuerpo... ¡Pero es que no hay nieve! A Baqueira, segundo hogar de Luis, sé fuerte, llevan los copos en camiones y al final, se puede esquiar en las pistas. Ese es el tema, señores. Ni paros decrecientes, ni secesionismos, ni estambules. Que no haya nieve.

El estilo Cortina (d’Ampezzo)

En el esquí con nieve de cañón se lleva el revival. El glamour de pista de los sesenta y setenta. El de las princesas alemanas tostadas a la parrilla y Gunter Sachs, que vivió en Gstaad hasta que se suicidó. Cortina d’Ampezzo celebró el año pasado los 35 años del James Bond de Solo para sus ojos. Y cómo olvidar el look Givenchy de Audrey Hepburn en Charada, aunque arranque en Megève. Lo último de las marcas de lujo en materia de esquí es emular las antiguas siluetas ajustadas al cuerpo pero con tejidos que aguantan -40 grados. Con el sueldo de un becario con dos masters no alcanza para comprar la capucha de una de estas prendas. En los restaurantes de las estaciones de esquí solo los ricachones cuelgan los anoraks del perchero. Los demás se quedan con el plumífero puesto, aunque suden la gota gorda, no sea que algún listo se lo lleve.

Dos en la carretera.

Hablando de Audrey, este año se cumplirá medio siglo de la mejor película que se ha hecho sobre el amor y el matrimonio: Dos en la carretera, de Stanley Donen. Un viaje por la vida en común y el sur de Francia. Curiosamente, en 1967 cayó en Estados Unidos una de las nevadas más intensas que se recuerdan hasta el Snowmageddon de 2010.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_