¡La carta a los Reyes Magos de Íñigo Errejón!
La descacharrante misiva incluye gotas de sangre jacobina, Nietzsche y un tragabolas
Abdicar!! ¿Qué? ¿Cómo os quedáis? Es la nueva palabra que he aprendido hoy. Cada día me he propuesto memorizar un nuevo vocablo. Hace tres días fue paralelepípedo, anteayer hice mío Hegelianismo y ayer, pomelo. Qué curiosa esta palabreja, pomelo, al parecer es una fruta a medio camino entre el limón y la naranja.
Os cuento esto porque creo que es importante que sepáis algunas curiosidades sobre mí antes de pediros lo que deseo para estas fiestas. Una cosa: ¿Estáis asegurados? Por cierto, con esta misiva también os adjunto mis ingresos brutos durante este ejercicio por mis pagas.
Me llamo Íñigo, pero creo que ya me conocéis, soy el niño a quien le trajisteis todo lo que os pidió el año pasado: me encantaron la edición bilingüe español-alemán de Así habló Zaratustra, el ejemplar de la Constitución de Cádiz y la chapa de Calimero.
Este año he cumplido ya siete años, pero parece que tenga ocho. Soy el más alto de mi clase. Incluso me ha salido un pelo en el pecho. A este paso imagino que con treinta años seré un fornido hombre de espesa barba negra, tez curtida y fuertes brazos como robles, algo así como Bud Spencer. Al tiempo.
La verdad es que tengo ganas de ser ya así y darles una lección a unos muchachos de un curso superior que me hacen la vida imposible desde que escribí una redacción titulada "Hume y el Dragón Empirista". Estos chicos la tienen tomada conmigo, supongo que serán racionalistas puros.
Menos mal que he hecho un nuevo amigo. Es el delegado de clase. Yo soy el subdelegado. Mi nuevo amigo tiene una garbosa coleta, un gran carisma y no se calla las injusticias. Se llama Marcos y es epiléptico. Marcos tiene un primo mayor que se llama Pablo, también con coleta. Pero a veces no me gusta jugar con él, porque si no aceptamos pulpo se lleva el Scattergories.
Este año no ha sido fácil. Supongo que será porque también ando muy ocupado. A las asignaturas del cole hay que añadir las clases extraescolares. Por ejemplo, los martes y jueves hago Semiótica, los lunes y los miércoles voy a Retórica (ya soy cinturón amarillo-naranja) y los viernes me relajo con algo más frívolo como Paleografía y Numismática. Me encanta estudiar y me aplico mucho en la escuela porque de mayor quiero trabajar de ocitilop. Ocitilop es una palabra del lenguaje secreto que me he inventado. Solo lo conocemos yo y mi hámster Max, por Max Weber. ¿Queréis saber qué significa "ocitilop"? Venga, os lo digo. Es "político" al revés. De mayor me gustaría ser eso o gerente de una empresa de cítricos.
Y si me lo guardáis, os cuento otro secreto: me he enamorado de una chica. Ahora sigo, que me hago caca.
Se llama Laura y se sienta delante de mí en clase. Espero que hayáis advertido que he escrito "delante de mí" y no "delante mío". El caso es que empiezo a notar cosas que no sentía desde que vi 2001: Una odisea del espacio. Hasta me he atrevido a componer una canción para Laura. Dice así:
Dragones y mazmorras,
Un mundo infernal
Se oculta entre las sombras
la fuerza del mal.
Pero con tu amor,
Laura, podré luchar,
Y acabará la amargura,
Porque de mi corazón
surgirá el núcleo irradiador.
Afirmación - apertura.
¿Qué os parece? Hay en mis venas gotas de sangre jacobina, pero mi verso brota de manantial sereno, que diría Machado, o dicho de otra manera: transversalidad. No tengo ni idea lo que significa, pero será la palabra que aprenda mañana.
Que me lío y al final no os pido nada. Este año me he portado bien, menos cuando vomité en el Fiat Ritmo de mi tío Manuel. Así que espero que me traigáis lo siguiente: un mundo de libertad, igualdad y fraternidad. Bueno, y que a Laura le guste Dragones y mazmorras. Y si os queda suelto, el Tragabolas. Y ya.
Un beso muy grande, mis queridos Reyes Magos: Marx, Engels y Lenin.
¡Erpmeis airotciv al atsah!
Íñigo Errejón.
Carlos Langa es guionista y escritor. Le puedes ver como colaborador en Likes de #0 y de director y presentador junto a Miguel Anómalo en Lo del Floox Show, en Flooxer.
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