La felicitación navideña de Schwarzenegger analizada por nuestros dibujantes favoritos

Arnie, Terminator, Conan El Bárbaro, Governator… el viejo Schwarzenegger nos ha sorprendido esta semana afirmando que le entran ganas de vomitar cuando se mira al espejo. Declaraciones especialmente duras por tratarse de un anciano de casi 70 años, apodado el Roble austríaco en sus días de culturista, y que se sigue reventando en el gimnasio a juzgar por lo que vemos en su Instagram.

Es precisamente en esa red social dónde ha colgado un vídeo de sí mismo dibujando un ‘christmas’ navideño para felicitarnos las fiestas y publicado después el resultado, acompañado de su firma.

Le hemos pedido a tres de los mejores dibujantes del momento: David Sánchez, Álvaro Martínez y Puño; que analicen para nosotros la entrañable postal navideña de Schwarzenegger.

DAVID SÁNCHEZ

Lo primero que me vino a la cabeza al ver el dibujo fue un pensamiento sobre la valentía. La mayoría de la gente se muestra reacia a enseñar sus dibujos o incluso a dibujar, "no sé dibujar" o "yo es que dibujo muy mal" suelen responder cuando les pido que dibujen algo.

El ilustrador Puño sostiene que -sin ser tampoco grandes cocineros- nos avergüenza menos ponerle a alguien un plato de espaguetis con ketchup que enseñarle un dibujito, ¿Por qué? Mi teoría es que tanto lo que elegimos dibujar como la forma en la que lo hacemos, independientemente de si lo hacemos mal o bien, revela mucho más de nuestro interior que la forma en que cocinamos. Nuestro personaje se disuelve, Terminator Navideño con nariz de zanahoria: adiós al tipo duro.

Por eso me parece muy valiente que Arnold haya decidido felicitar la Navidad con su dibujito. Lo que me parece imperdonable es que no haya sido capaz de escribir su nombre correctamente.

PUÑO

¿Es realmente Arnold el que dibuja? ¿Ser gobernador de California después de haber sido culturista te deja las muñecas como colines? ¿Se imponen entre la política norteamericana las manitas pequeñas a lo Trump, igual que se puso de moda el bigote-felpudo durante el aznarismo?

El vídeo denota que Mr. Schwarzenegger no dibuja con frecuencia: solo hay que fijarse en la manera en que sostiene el lápiz y la tablet y, sobre todo, que no apoye la mini-muñequita con la que dibuja, que trace en el aire. Es como si fueras saxofonista y vieras una película con gente tocando el saxofón como el que toca los aguacates en el Mercadona.

Analizando el dibujo, se ve claramente que Arnold aprende rápido y sobre la marcha, que no le desmotiva el fracaso o los resultados paupérrimos, pues confía en que le llevarán a algún lugar exitoso, como revelan esos trazo gordotes y feos de la cabeza del muñeco que deja sin corregir pero que rectifica según va terminando el cuerpo. Mi parte favorita son esos guantes recogiendo nieve, una representación gráfica pura de una idea que no ha pasado por el filtro del realismo ni busca la aprobación del público.

Otro dato curioso es el espíritu artesano de Arnold en ausencia del espíritu verdaderamente artístico, ya que parece que lo que verdaderamente le ha deleitado ha sido hacer todos esos puntitos blancos que forman la nieve, en su perfecta aleatoriedad. Apostaría a que ha dibujado bastantes garabatos en su despacho de gobernador. El uso del color, del volumen y de las sombras me hacen pensar que Arnold es de momento un pésimo dibujante, pero que sería un estupendo alumno de cualquier disciplina plástica.

ÁLVARO MARTÍNEZ

Vaya, pues justito de ejecución, una paleta tristísima… la verdad es que, más allá de la ternura que despierta por venir de quien viene, poco se puede destacar. Supongo que causa en mí el mismo efecto que si el propio Arnold me viera hacer press de banca.

Le doy puntos por la intención de usar diferentes grosores de pincel y prestar cierta atención al detalle (la nieve acumulada en los guantes es un apunte curioso), aunque los brazos de Arnold no se hicieron para la precisión, sino para machacarte a ti y a los tuyos. Me inquieta ese mensaje final: "love Arnold". Governator no está para comas. Hazlo, goddammit.