Estas zapatillas raídas cuestan 11.000 euros
Una plancha para hacer gofres tiene mucho que ver para que este modelo haya pasado a la historia
Están raídas, más arrugadas que un perro Shar Pei. No tienen cordones y apenas les queda suela. Sólo con echar un vistazo a la fotografía resulta evidente que su olor no debe ser muy agradable. Y andar con ellas puestas parece inviable. Sin embargo, una persona en sus cabales acaba de pagar 11.200 dólares (casi 11.000 euros) por llevárselas a casa. Y tenía motivos para realizar la inversión: con estas zapatillas de 1972 empezó la historia de Nike.
Bill Bowerman (Oregon, EE UU, 1911-Oregon, EE UU, 1999), reconocido entrenador de atletismo de la Universidad de Oregón y cofundador de Nike, fue el creador de este icónico modelo de la firma deportiva. Durante años centró sus esfuerzos en mejorar los tiempos de sus atletas. De sus investigaciones surgió este modelo cuya suela revolucionó el diseño de zapatillas. En su empeño por dar con un calzado que ofreciera más agarre al suelo y que a la vez fuera ligero, Bowerman terminó vertiendo caucho en su plancha para hacer gofres. El objetivo era incorporarlo a la suela. El invento funcionó: creó una superficie de rejilla con protuberancias que amortiguaban la pisada e inspiró las primeras deportivas que Nike fabricó en masa.
A principios de los setenta, Bowerman -además de desarrollar zapatillas que mejoraban el rendimiento de los deportistas- entrenaba a 33 de los mejores atletas del mundo. En 1972, durante las Olimpiadas de Munich, calzó a varios de sus deportistas con estas zapatillas, conocidas como Moon Shoe, en referencia a las huellas que Neil Amstrong y los suyos dejaron en la Luna. A partir de ese momento, Nike se asentó como una de las firmas de calzado deportivo de referencia.
El pasado uno de diciembre, Ebay, el portal de ventas online, inició la subasta del par de zapatillas Moon Shoe de la talla 10.5 (equivalente a un 44) que el atleta Bruce Mortenson llevó durante la maratón de las Olimpiadas de Munich. Terminó el 148 con un tiempo de 2 horas y 20 minutos.
A los cuatro días de la puja las zapatillas ya superaban los 8.000 euros; a los once días, momento en que venció la venta, llegaron a los 11.000 euros, que finalmente desembolsó el ganador de la subasta. Está por ver si el nuevo dueño se las pondrá para hacer footing...
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