Madrid se atasca
Los atascos del pasado lunes en Madrid son producto de dos defectos que un gestor público no se puede permitir: la ineptitud y el dogmatismo. La ineptitud porque una medida, la que sea, no puede producir atascos en una ciudad hasta de madrugada; el dogmatismo porque aunque se quiera un centro idílico sin coches, la realidad es que la capital es referente de ocio para el cinturón que la rodea y que no tiene posibilidad de acceder sin coche, ya que ni siquiera hay transporte público que canalice en condiciones esa afluencia.— Dionisio Rodríguez Castro. Villaviciosa de Odón (Madrid).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.