John Paul Keith llega a España con ganas de volarte la cabeza

Conviene no dejarse engañar por su aspecto de atildado empollón, John Paul Keith (Knoxville, Tennessee) es una fiera capaz de patearle el culo a gallitos como Eagles of Death Metal o Black Mountain, como demostró –en formato trío– en la edición 2015 del festival vitoriano Azkena Rock, donde fue la sensación.

El enjuto guitarrista y compositor es una enciclopedia ambulante de música americana (rock’n’roll, rockabilly, blues, rythm & blues, country, swamp, boogie, garaje, soul…) que acomete con un enfoque que le aleja del mero cliché revivalista. Mr. Keith, quien ha firmado varios discazos sólo o en compañía de The One Four Fives, suena a Buddy Holly, a Bobby Fuller, a Rockpile, a Elvis Costello… sin dejar de ser él mismo.

Aprovechando que mañana empieza su gira española (para consultar fechas pulsa sobre la palabra MAYÚSCULO), en la que presenta nueva banda –que incluye teclados–, hemos aprovechado para charlar con él y enredarle para uno de nuestros Facebook Live musicales (miércoles 23 a las 12:30).

¿Para aquellos que no te conocen, cómo describirías tu sonido?

No me gusta describir mi música, pero si tengo que hacerlo suelo decir que es simplemente música de Memphis. [Esto es lo que dicen de él en Allmusic.com]

 ¿Qué pondrías en tu tarjeta de visita?

Músico. Escritor.

Más allá de las gafas, a menudo te han comparado con Buddy Holly, ¿cómo lo llevas?

Tengo muchas influencias, pero Buddy Holly es una de las mayores. Y llevo gafas porque las necesito.

¿Recuerdas cuándo te enganchaste a la música?

No. La música ha sido importante en mi vida desde que tengo uso de razón.

Tu padre era camionero. ¿Cuál es tu canción favorita sobre camioneros?

Las mejores son ‘Willin’’, de Little Feat, o ‘White Line Fever’, de Merle Haggard.

¿Qué música estás escuchando ahora?

Estoy escuchando un montón ‘Mourning in the Morning’, de Otis Rush.

¿Algún placer culpable que debamos saber?

Mi placer culpable es el tequila.

Para componer, ¿dónde encuentras la inspiración?

No creo en la inspiración. Escribo todos los días, esté por la labor o no.

¿Algún concierto que te haya dejado huella últimamente?

No suelo ir a muchos, si acaso de amigos, ya que tocar es mi trabajo. Pero King Khan and The Shrines me destrozaron en el viejo Hi Tone de Memphis. Tremendo show. Y hace poco vi a Marty Stuart y su banda en el New Daisy, estuvieron increíbles. Su guitarrista, Kenny Vaughan, es mi amigo y mi mentor.

Para un músico, ¿cómo es vivir en Memphis?

Memphis es mi ciudad favorita de la tierra. Me ha permitido vivir tocando mi música durante la mayor parte de esta década y siempre la amaré por eso. Es además un lugar diverso y progresista, y eso lo valoro mucho. Ahora hay mucho racismo en América y lo rechazo. Estoy contra Trump.

¿Qué podemos esperar de la gira española? ¿Vas a tocar material nuevo?

Sí, estoy tocando mucho material nuevo, espero que a los fans españoles no les importe. Tengo disco nuevo con Motel Mirrors que aún no ha salido, y otro en solitario que aún estoy terminando. Espero que ambos se publiquen en 2017.

¿Prefieres el estudio o los bolos?

Aunque me encantan ambos, preferiría gastar todo mi tiempo en el estudio antes que en un bar o en un casino, que es dónde tengo que trabajar mucho últimamente. Planeo producir artistas en el futuro, quiero ser productor.

¿Salas pequeñas o grandes recintos?

Salas pequeñas, ¿quién quiere oír música en un estadio de fútbol?

¿Cuál era tu sueño cuando empezaste en esto?

Mi sueño siempre ha sido ser un artista serio que contribuya a nuestra cultura. Mi objetivo era ganarme la vida tocando y ya he logrado eso. Soy muy afortunado.

¿Cuál es tu idea del éxito? ¿Qué harías si ganaras millones?

No me importa el dinero. Si lo tuviera supongo que lo gastaría en guitarras.

La crítica te adora. ¿Recuerdas alguna crítica que te hiciera pensar, “Esto ha merecido la pena”?

Cuando miro al público y veo a gente sonriendo, cantando y bailando, entonces todo merece la pena.

Sé sincero, ¿mereces más atención de la que recibes?

Bueno, me gustaría ser un artista de éxito. Pero no merezco nada. Simplemente me lo curro cada día. Lo que importa al final es la obra que dejas atrás. ¡Las pinturas en las paredes de la cueva!