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Columna
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Logros

Estos avatares tan extremos, de la gloria a la miseria, ya no se producen

Félix de Azúa
Manuel Godoy, retrato de Francisco de Goya
Manuel Godoy, retrato de Francisco de Goya

La rueda de la política española gira plúmbea y sin cerebro. El enconamiento de conservadores y socialistas es el mismo de liberales y moderados o el de exaltados y serviles o cualquier otro dúo que busque usted en nuestro pasado. Siempre hemos tenido el talento de dividirnos por dos y, aunque también sucede en Europa, nuestra peculiaridad es que los separados sólo buscan morderse la yugular. Parece que no salimos del siglo XIX y seguimos arrastrando 200 años de atraso.

De todos modos, una cosa ha cambiado. Piensen en la visita que Mesonero Romanos rindió al viejo Godoy hacia 1840. Aquel que había sido dueño absoluto del país, generalísimo de los ejércitos y a punto de convertirse en rey de Portugal por gracia de Napoleón, malvivía entonces en un cuchitril parisino. Todos le habían abandonado hasta el punto de que su pequeña pensión era una limosna de Luis Felipe, rey de Francia. El odio que había suscitado entre la clerigalla, la nobleza y el sano pueblo le aplastó como a una cucaracha.

Mesonero comenta que la acción de gobierno de Godoy había sido más bien ilustrada y progresista, pero su vínculo con la reina María Luisa y la lealtad a su amante, Pepita Tudó, sin piedad hacia su esposa, la duquesa de Chinchón, habían favorecido una imagen de disolución moral y libertinaje, explotada por sus enemigos. ¡Y eso que muy pocos sabían que era el propietario de la Maja Desnuda!

Estos avatares tan extremos, de la gloria a la miseria, ya no se producen. Los actuales validos y caciques continúan viviendo con gran comodidad una vez caídos en desgracia. Nadie imagina a Pujol alquilado en una habitación de Vallecas, a Griñán en un desván argelino, o a Rato en un chozo del Baztán. ¡Gran avance!

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Sobre la firma

Félix de Azúa
Nació en Barcelona en 1944. Doctor en Filosofía y catedrático de Estética, es colaborador habitual del diario El País. Escritor experto en todos los géneros, su obra se caracteriza por un notable sentido del humor y una profunda capacidad de análisis. En junio de 2015, fue elegido miembro de la Real Academia Española para ocupar el sillón "H".

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