Por fin vas a entender lo que las galletas de la fortuna te quieren decir
El artista inglés James Springall coloca en un contexto distinto las frases que suenan a chino de las galletas de la fortuna para que todo quede mucho más claro
!["Tus sueños pronto se harán realidad".](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/H3DWIOVVQMS32K7YDU6YOYQ3LM.jpg?auth=78da4e008ec12371a2d8782823b4d3202679fc73cd70567268311b5b22b8ea47&width=414)
“No podemos dirigir el viento pero sí ajustar las velas”; “serás feliz durante el resto de tu vida”; “uno de tus sueños se hará realidad”; “un amigo sólo requiere tu tiempo, nunca tu dinero”; “todo el mundo se siente atraído hacia ti”… ¿Quién no ha ligado alguna vez su destino o la toma de alguna decisión importante a un acto tan estúpido y azaroso como la frase inserta en una galletita de la suerte?
![“A veces hay que comprometerse”.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/VZOPO6MJKC4HASER7LFDF2PBKY.jpg?auth=0b49f7e9297958bac5f280d1b046a34597f36b4310b23194e51ad8a45a167436&width=414)
Semejante mecanismo absurdo fue el que debió de guiar al artista James Springall (Reino Unido, 1977 “el año que murió Elvis y nacieron los Sex Pistols”, puntualiza) a marcarse una serie basada en esos mensajes que el caprichoso sino coloca al tuntún en estos sospechosos dulces. “Elegí las galletas de la fortuna por su ambigüedad, su humor y su mística. Hay ahí una mezcla de esa parte de nosotros que quiere creer y ese no saber muy bien la verdad de las cosas, esa parte de misterio que se ha perdido un poco en nuestra era digital”, explica.
A partir de eso, construyó estas crípticas imágenes siguiendo la marca de la casa: “Surrealista, lúdico, sexy”. La cantidad de galletas que Springall tuvo que zamparse para alumbrar esta serie no ha sido desvelada. “Al final, todas las cosas se revelarán”, recuerda.
![“No te tomes demasiado en serio”.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/PJJQ3ZBEVX26DIBROEJVSF2THE.jpg?auth=1f74e0fe61241c8bfbb631a81f235a2120fe24787cf9b3c723c61f338d873ab4&width=414)
El artista, que anda ahora colaborando con el genio del collage Nil Ultra y “destrozando” algunos hermosos y antiguos libros sobre el nacimiento del arte griego, se confiesa un adicto al arte de cortar y pegar. “Es un medio muy directo y me encanta su inmediatez. Es una grandísima manera de lograr un mensaje rápido y sucinto. Soy un tipo impaciente, así que es perfecto para mí”.
Eso, y la posibilidad de crear mundos extraños e ignotos en las mentes humanas, fue lo que sedujo definitivamente a Springall del collage. Y como buen collagero prefiere el material proveniente de revistas y libros antiguos (algunos datan de 1940) pero no le hace ascos a esas revistas gratuitas que de manera inopinada aterrizan en su buzón y que tan bien combinan con esa nostálgica estética. Y es que ya se sabe: “para ser viejo y sabio, primero hay que ser joven y estúpido”.