¿Qué pasó con 'Sonia y Selena'? Repasamos los 'éxitos' del 2000
Canciones como las de Yola Berrocal, Malena Gracia o las 'SexBomb' han sido las protagonistas de muchas noches de fiesta. Echamos un vistazo a estas reinas de la pista de baile
España. Principios de los 2000. José María Aznar presidía el Gobierno, la televisión estaba a punto de rendirse al fenómeno Operación triunfo -quince años después seguimos con las mismas- y la lista de Los 40 Principales todavía era un baremo influyente entre los más jóvenes. Crónicas marcianas se encontraba en su momento de máximo esplendor, nadie pensaba que 'Gran Hermano' iba a durar tanto y las Spice Girls, pobres, estaban de capa caída. Un caldo de cultivo un tanto explosivo que sirvió para que surgiese un nuevo fenómeno dispuesto a reinventar el verano. Veinte años después, el país entero se rendía de nuevo al poder de las 'tit stars'. ¿Las qué? Ya saben, esas artistas más populares por su exuberancia que por su capacidad vocal. ¡Que Sabrina Salerno nos pille confesados!
Los que, por aquel entonces, pasaban las noches de terraza en terraza, de discoteca en discoteca, pensando que los 90 hacía mucho que habían terminado -pese a que llevaban los mismos e incomprensibles estilismos-, sabían que solo había dos formas efectivas de hacerles levantar de la silla y correr al centro de la pista a mover el cucu: o el Ven, ven, ven de las SexBomb o el Yo quiero bailar de Sonia y Selena. Era un hecho incuestionable. Claro que por ahí danzaban otros, como David Civera y su tema eurovisivo o Raúl, el de Sueño su boca sí, hijos míos, nos volvían locos las coreografías-, pero no era lo mismo. El placer de observar el éxito de Sonia Monroy, tras haberse labrado el presente en los platós de televisión, nos dejó noqueados. Y eso que todavía no sabíamos que acabaría colándose en la alfombra de los Óscar...
Ahora, si la suerte les sonrió a principios de la década, el fracaso apareció al poco. Ni las SexBomb, ni Sonia y Selena, pudieron superar su 'one hit wonder'. Se lanzaron los platos a la cabeza antes incluso de empezar y disolvieron el asunto. ¿Echamos un vistazo a estas reinas de la pista de baile? Para que vean que hubo vida antes del reggaetón. ¡Entonces el verano sí molaba! #viejoven
Yola, Sonia, Malena y otras chicas del montón
En realidad, la imagen que todos tenemos de las SexBomb y la versión del grupo que llegó a triunfar tienen poco que ver. La larga trayectoria televisiva -y el éxito, no lo neguemos- de Sonia Monroy, Yola Berrocal y Malena Gracia hizo que se planteasen unir fuerzas y crear un grupo musical con el que rentabilizar su presencia mediática. Una idea estupenda que, claro, hacía aguas por todos lados. ¿Tres personalidades de semejante calibre cantando y bailando codo con codo? Estaba claro que iba a durar menos que nada. Cuenta la leyenda que fue Monroy la que ideó todo el plan y que pretendían revolucionar el mercado con una versión del éxito homónimo de Tom Jones. Pero, nada, no consiguieron ni meterse en el estudio.
Malena Gracia fue la primera en apearse del carro y luego le siguió Yola Berrocal. Sí, la amiga íntima de Sonia Monroy pasó a enemiga en menos que cantó un gallo -no, no insinuamos que no cantasen bien, ¿eh?-. Las desavenencias musicales pesaron más que el compañerismo y dejaron sola a la pobre Sonia. De hecho, el grupo tardó unos cuantos meses en reestructurarse, buscar nuevos componentes y crear el que sería su hit definitivo, Ven, ven, ven. No queremos ni imaginar la cara de Yola cuando vio que el tema sonaba en todas las discotecas del país. Malena, al menos, se tomó la revancha un par de años después y lanzó su Loca, que también acabó conquistando al público. Eso sí, del Ven, ven, ven no pasaron. Unas 'one hit wonder' en toda regla que no consiguieron repetir el éxito. Una lástima, ya que sus estilismos -y su videoclip- fueron tal arte que deberían estar expuestos en algún museo.
Sonia y Selena y viceversa
Mientras Sonia Monroy trataba de poner firmes a las SexBomb, otra Sonia, en ese caso apellidada Madoc, también pretendía hacerse con el título de reina de la pista junto a su amiga y compañera Selena Leo. Una rubia y una morena que pensaron que si a Marilyn y Jane Russell les había funcionado en Los caballeros las prefieren rubias (1953), ¿por qué a ellas no? Trataron de representar a España en Eurovisión pero el destino quiso que fuese David Civera el que se llevara el gato al agua. No pasa nada. Sonia y Selena tenían por delante un futuro mejor. Consiguieron que todo el mundo entonase con alegría su 'Yo quiero bailar' y colaron su estudiada coreografía en todos los programas veraniegos del momento. Que si brazo arriba, que si golpe de cadera, que si una vuelta y ¡ey!
El dúo todavía hizo sonar un segundo single, Deja que mueva, mueva, mueva -la cosa va de repeticiones-, pero pronto llegaron los rumores de separación. Al parecer, las sonrisas y los bailes solo se quedaban en el escenario. En cosa de un año, dejaron de existir y cada una emprendió su carrera en solitario. Selena se adelantó en esto de volver a la pista de baile y lanzó un tema con tintes latinos. Sonia tardó un poco más -varios años, de hecho-, pero cogió carrerilla. Ahora, no pudieron repetir el éxito fulgurante. ¿Se desanimaron? ¡Para nada! Diez años después volvieron a unir sus voces, trataron de representar otra vez a España en Eurovisión, volvieron a fracasar y lanzaron una versión remix de su gran hit, Yo quiero bailar. Si eso no son ganas de triunfar, ya no sabemos qué más hay que hacer. Siempre tendrán un hueco en nuestro corazón.
¿No sería un momento ideal para crear el reality musical definitivo? Encerrar en una casa a todos los intérpretes de las canciones del verano de los últimos años y conseguir que grabasen un disco juntos. Ese sí sería el heredero natural de Hotel Glam y no el 'talent de moda' de Sara Carbonero. Productoras, razón aquí.
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