Armas
Las armas no tienen corazón ni inteligencia, ni siquiera tienen piedad. El arma es un instrumento maligno fabricado por el hombre con el objetivo de destruir, ni siquiera es disuasivo. El arma mueve voluntades y cambia los planes de los altos dignatarios (Obama). El arma mata por el color de la piel, por ideología religiosa, por la avaricia humana. El arma es un aquelarre demoniaco que castiga a su propio usuario, ni siquiera es pacificadora. Se seguirá construyendo armamento y seguirá habiendo muchos, muchos muertos.— Teófilo Pérez Campuzano. Puerto de la Cruz (Tenerife).
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