Mariano Rajoy, el mejor de todos
No me cabe la duda de que él y solo él es el único capaz de ganar a los malos
He tenido una epifanía, una revelación que se ha hecho grande en mi cabeza y después ha estallado en miles de papelitos de colores. La expondré de una forma sintética (y en mayúsculas para que tenga mas pujanza):
¡¡¡MARIANOOOOOOOOO RAJOOOOOY, EL MEJOR DE TODOS!!!
No, no me he vuelto loco. Después de verlo admirar con extrañeza y fascinación un jamón, pasear entre alcachofas, comerse un helado (prácticamente de un bocado), andar rápido por Torrevieja, etc. no me cabe la menor duda de que Él y solo ÉL —un líder versátil y poliédrico, capaz de combinar como nadie: la audacia, la espontaneidad, la valentía, la “fofisanez”, la templanza y el bello bicolor— es el único capaz de ganar a los MALOS.
Escrito queda.
También quiero decir, en otro orden de cosas, que estoy deseando que vuelva la falda pantalón, las hombreras grandes y el mullet (peinado que se caracteriza por ser corto en la parte superior del cráneo y largo en la zona de la nuca). Y que lucharé con todas mis fuerzas para que esto suceda y también para que Mariano Rajoy repita como presidente.
¡ATENCIÓN! ¡MI COLUMNA HA SIDO HACKEADA!
Todo lo escrito anteriormente no ha salido de mí. De hecho, acabo de llegar a casa después de irme a tomar unas cañas con unos amigos el domingo (dije que me tomaba una y me he liado) y me he encontrado con este pastel.
Por favor, olvídenlo TODO… salvo lo del mullet, que en eso sí que estoy de acuerdo.