Demasiado Jägermeister

Yo sobreviví a una visita a la fábrica de Jägermeister. Así se titulaba el reportaje –con vídeo incorporado- que figuraba el 19 de mayo al pie de la portada de la edición digital de EL PAÍS. Era un artículo de la revista Tentaciones, en el que se relataba una visita a la fábrica donde se elabora el licor del mismo nombre. Un par de lectores me escribieron de inmediato para protestar por la frecuencia con la que, en su opinión, dicha marcha de bebida aparece en elpais.com. Ambos avanzan la sospecha de que se trate de publicidad encubierta. Algo absolutamente prohibido en EL PAÍS.

Javier Sevilla asegura en su mensaje haber contabilizado seis ocasiones en el último año en las que la edición digital de este periódico incluía una información o reportaje relacionado con dicha marca. De ahí, pasa a considerar que se trata de publicidad encubierta. Eduardo Mongolia, otro de los comunicantes, asegura haber visto noticias sobre Jägermeister una veintena de veces en la edición digital, y señala en su mensaje: Salvo en muy contadas excepciones, las noticias sobre Jägermeister acostumbran a ser meros publirreportajes llenos de adjetivos laudatorios sobre la marca, la cual no escatima en gastos e invita a los redactores a visitar sus instalaciones.

Yo misma he comprobado que elpais.com ha publicado en su portada media docena de artículos sobre dicha marca de licor, en el último año. Uno de ellos se publicó en Economía, otra en la web de Ciencia, Materia, y los cuatro restantes, -que son los que elevan a un nivel exagerado la cobertura del tema- en la revista Tentaciones.

Su director, Borja Bas, reconoce que puede haber sido excesivo el número de reportajes sobre esta bebida, pero explica en su descargo lo siguiente:

En Tentaciones atendemos particularmente a temas que ocupan el tiempo de ocio de la generación millennial. Si hemos publicado varios temas sobre Jägermeister en el último año es por dos motivos: 

1. Jägermeister es un licor muy popular y emblemático entre estas jóvenes generaciones a las que se dirige Tentaciones. Ya solo por eso, lo consideramos de interés informativo entre nuestros lectores.
2. Cada vez que hablamos de este licor, que tiene tanto numerosos fans como detractores, encontramos una respuesta positiva por parte de las audiencias. Siempre son muy leídos, compartidos y comentados en redes sociales; de hecho hubo uno, el de Historias para perder la memoria, que tuvo un récord de más de 50.000 compartidos en Facebook (y eso que no era particularmente favorable al consumo de este licor y sus efectos). De ahí que consideremos que es un tema de particular interés entre los lectores de Tentaciones y que le hayamos concedido varios posts desde diferentes enfoques en todo este tiempo. 

Todas las informaciones publicadas en Tentaciones hasta la fecha sobre Jägermeister parten de un interés informativo. Jamás publicaríamos una información relacionada con una marca si no consideráramos que tiene un ángulo noticiable".

Sobre el último reportaje publicado el pasado jueves en la web de Tentaciones (Yo sobreviví a una visita a la fábrica de Jägermeister), Bas añade:

No viene de ningún acuerdo publicitario. Sí es parte de un viaje organizado para prensa por dicha marca en el que se nos ofrecía conocer los orígenes de este popular licor. Hoy día es un proceso muy común en la prensa, que ofrece contenidos exclusivos gracias a que las marcas nos facilitan el acceso a esas informaciones. Posiblemente nuestro error haya sido no especificar que era un viaje organizado por la marca. Para evitar mayores confusiones, vamos a añadir una frase en el reportaje explicando que es en el contexto de un viaje organizado por la marca. Pero, insisto, no hay inversión publicitaria detrás, sencillamente nos parecía interesante ahondar en los orígenes de Jägermeister. 

Es cierto que Tentaciones es una revista dirigida a un público juvenil, muy diferente al que consulta la web de EL PAÍS. Pero cuatro reportajes en un año sobre un determinado licor, por mucho que cuente con el favor de ese público, parece un claro exceso. Es cierto también que se ha impuesto de una manera preocupante entre las empresas, pero también entre ONG por ejemplo, invitar a los periodistas para mostrarles desde la fabricación de un licor a la labor encomiable que realiza sobre el terreno una organización no gubernamental. En todos los casos hay que hacer constar que se trata de una invitación, y en todos los casos habría que mantener una saludable distancia con lo que se nos pretende ‘vender’, lo cual temo que no siempre ocurre, y no me parece que el caso de Tentaciones sea el más grave.

Considero además que el ‘caso Jägermeister’ pone de relieve la necesidad de que haya un mayor control de los contenidos que se publican en la portada de la edición digital, para evitar este tipo de repeticiones. Bernardo Marín, subdirector y responsable del área digital de EL PAÍS, cree que el problema radica en una cierta falta de coordinación entre las distintas publicaciones de Prisa, que las lleva a abordar temas que han aparecido en otras cabeceras en un tiempo relativamente breve. Y en muchos de estos casos, se trata de temas que se destacan en la portada de elpais.com. Dado que en la portada digital figuran un promedio de 300 noticias diarias, Marín considera muy difícil detectar estas repeticiones. Pero si hay lectores que las han detectado, con más motivos debiéramos haberlo hecho nosotros.