A Hollywood le interesa el escándalo sexual del general Petraeus

Egos, infidelidades, celos, secretos de Estado, amenazas. La historia del escándalo sexual que tumbó al entonces director de la CIA, el general David Petraeus, costándole no solo su trabajo sino su reputación, tiene todos los elementos para ser una temporada de Scandal. O mejor aún, una película de Hollywood. Y eso es lo que busca Jill Kelley, la mujer en el centro de este affaire: que su libro Collateral Damage: Petraeus, Power, Politics and the Abuse of Privacy (The Untold Story) [Daños Colaterales: Petraeus, Poder, Política y el Abuso de la Intimidad (La historia no contada)] sea adaptado a la pantalla. Y ya puestos, a esta mujer de la alta sociedad que durante este escándalo atrajo iras y deseos no le importaría verse interpretada por Angelina Jolie.

Así lo declaró Kelley a la prensa tras la publicación de un libro que cuenta todos los pormenores no antes revelados en este escándalo. “En cuanto hice unas cuantas entrevistas las ofertas me empezaron a llover desde Hollywood”, asegura la autora en Page Six sin especificar quiénes son los interesados. Kelly no demostró sorpresa alguna ante las diversas ofertas recibidas para llevar su manuscrito a la pantalla dado que “está escrito como una película. Lee como si fuera un filme de suspense”.

Como recuenta Collateral Damage, el escándalo salió a la luz cuando Kelley, que ahora tiene 40 años, empezó a recibir amenazas de muerte que el FBI relacionó con el ordenador de Paula Broadwell, hasta ese momento conocida como la autora de una biografía sobre este respetado general condecorado con cuatro estrellas. La misma investigación descubrió la relación extramatrimonial de Petraeus, casado, con Broadwell así como los celos de la escritora contra cualquier otra mujer en el círculo del militar.

Tras meses de escándalo, en noviembre de 2012 Petraeus se vio forzado a presentar su dimisión como director de la CIA y admitió su culpabilidad por la forma en la que había procesado la información clasificada que dejó al alcance de su entonces amante. Broadwell se encuentra en libertad y nunca se han presentado cargos contra ella.

El libro de Kelley incluye un buen número de correos electrónicos y mensajes de texto intercambiados con el general y otros altos cargos del Gobierno de Estados Unidos, algunos de ellos con una fuerte carga sexual en su contenido. Como asegura su autora, Collateral Damage es una ventana “al ego sin límite de un hombre poderoso”, a una infidelidad que llegó en el peor de los momentos, a una amante celosa y a su persecución sin fin de una familia inocente y de uno de los militares más icónicos del país. Una historia real que no puede ser más cinematográfica y donde Kelley asegura que no tiene pensado quién querría que la interpretara en pantalla aunque no le importaría que fuera Jolie. “Es una historia sobre la información personal que contiene un correo electrónico y que el Gobierno puede utilizar y utilizarlo en su contra”, añadió.